"Miro al inspector Vilariño y le adivino el pensamiento. Este oficio peligroso, que envejece prematuramente a los hombres, no es por la paga ni por las condecoraciones. También Vilariño forma parte de esa extraña hermandad del honor que no aparece en los diarios ni se jacta de sus heroísmos, y que no puede ni podrá jamás jubilarse, a pesar de que el Estado lo pase a retiro. Los héroes verdaderos son invisibles y no se retiran nunca."
Se trata de la crónica de la vida que tiene un bombero. El héroe anónimo. Vale la pena. "Un bombero en el corazón del dolor y las llamas" debiera ser de lectura obligatoria en las escuelas.
Felicitaciones a Vilariño y a través de él a todos los bomberos que arriesgan su vida a diario para ayudar a la sociedad. Felicitaciones a La Nación, por la iniciativa.
No todo está perdido en nuestra sociedad.
2 comentarios:
Coincido con usted. Lo felicito también por publicarlo en su sitio.
Gracias. Ellos lo merecen.
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