"Alberto Favero dijo que la generación de los 70 "tenía de gran sensibilidad social pero que equivocó completamente al elegir el camino violento". ¿Compartís la idea?
Sí. De todas formas, tuvo gente extraordinaria, como Santucho (Roberto, líder del ERP) o Ernesto Guevara. Gente que hizo lo máximo que se puede hacer: dar la vida por lo que se cree. Pero ya se fracasó probando todos los sistemas. Ahora hay que probar con el amor; no el amor cursi, de telenovela, sino con una gran red que nos mantenga unidos. Si Santucho y Ernesto vivieran pensarían parecido. La revolución, está pendiente. Pero desde adentro hacia afuera, no al revés, como soñábamos cuando éramos jóvenes. Hay que probar con la revolución propia, la más difícil.
¿Se puede hacer una revolución prescindiendo de las herramientas políticas?
Hay que dejar de lado a la política tal como se la entiende hoy. Con el Muro de Berlín, se derrumbó un sueño por el que una parte de la humanidad peleó y murió por décadas. Hay que construir un sueño diferente. Hay que soñar lo imposible.
Alguna vez dijiste que detestabas a los intelectuales. Es raro, en alguien que fue del Di Tella
Los del Di Tella no éramos intelectuales. Alguno, habría. Pero la actitud era vitalista, espontánea, de pasar a la acción sin tanta estrategia. Así surgieron cosas sublimes, espantosas, ridículas. No detesto a los intelectuales. Pero no me gustan las personas muy mentales, esas que analizan todo tanto que se quedan paralizadas. Pocos intelectuales llevaron a cabo sus ideas.
Algunos lo intentaron, como Rodolfo Walsh...
Claro. Pero en general teníamos muchos otros en el Café La Paz, en reuniones en las que se fumaba, se tomaba café y se hablaba de cómo cambiar al mundo. Ese era el intelectualismo de mi generación."
Sí. De todas formas, tuvo gente extraordinaria, como Santucho (Roberto, líder del ERP) o Ernesto Guevara. Gente que hizo lo máximo que se puede hacer: dar la vida por lo que se cree. Pero ya se fracasó probando todos los sistemas. Ahora hay que probar con el amor; no el amor cursi, de telenovela, sino con una gran red que nos mantenga unidos. Si Santucho y Ernesto vivieran pensarían parecido. La revolución, está pendiente. Pero desde adentro hacia afuera, no al revés, como soñábamos cuando éramos jóvenes. Hay que probar con la revolución propia, la más difícil.
¿Se puede hacer una revolución prescindiendo de las herramientas políticas?
Hay que dejar de lado a la política tal como se la entiende hoy. Con el Muro de Berlín, se derrumbó un sueño por el que una parte de la humanidad peleó y murió por décadas. Hay que construir un sueño diferente. Hay que soñar lo imposible.
Alguna vez dijiste que detestabas a los intelectuales. Es raro, en alguien que fue del Di Tella
Los del Di Tella no éramos intelectuales. Alguno, habría. Pero la actitud era vitalista, espontánea, de pasar a la acción sin tanta estrategia. Así surgieron cosas sublimes, espantosas, ridículas. No detesto a los intelectuales. Pero no me gustan las personas muy mentales, esas que analizan todo tanto que se quedan paralizadas. Pocos intelectuales llevaron a cabo sus ideas.
Algunos lo intentaron, como Rodolfo Walsh...
Claro. Pero en general teníamos muchos otros en el Café La Paz, en reuniones en las que se fumaba, se tomaba café y se hablaba de cómo cambiar al mundo. Ese era el intelectualismo de mi generación."
Fragmento de la entrevista realizada a Clotilde Acosta (Nacha) el 19 de enero de 2003. Gracias a Dios tenemos internet y la posibilidad de recorrer el largo espinel de estupideces que declaran algunos personajes, como esta candidata a diputada nacional. Todo lo que dice es impresentable, pero su última frase es para un cuadro.
No cuestiono sus dotes artísticas. Cuestiono sus dotes intelectuales.
En el sitio Nuevo Encuentro puedo leer:
"La confesión de su ignorancia debió haber sido el principio de su renuncia a la candidatura a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, en las elecciones del próximo 28 de junio. Cualquier persona con un mínimo de sentido común hubiera agradecido y declinado el ofrecimiento, al mismo tiempo. La Guevara hizo exactamente lo contrario.
Ahora bien, esta ignorante confesa acaba de aclararnos cuál es la persona que más admira de nuestra historia: ¿Moreno, Belgrano, San Martín, Sarmiento, Rosas, Perón? Ni por asomo. Es Roberto Santucho, el jefe terrorista de una banda armada --el ERP-- que en los pasados años 70 asesinó a cientos de argentinos."
"La confesión de su ignorancia debió haber sido el principio de su renuncia a la candidatura a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, en las elecciones del próximo 28 de junio. Cualquier persona con un mínimo de sentido común hubiera agradecido y declinado el ofrecimiento, al mismo tiempo. La Guevara hizo exactamente lo contrario.
Ahora bien, esta ignorante confesa acaba de aclararnos cuál es la persona que más admira de nuestra historia: ¿Moreno, Belgrano, San Martín, Sarmiento, Rosas, Perón? Ni por asomo. Es Roberto Santucho, el jefe terrorista de una banda armada --el ERP-- que en los pasados años 70 asesinó a cientos de argentinos."
Basta. ¿Me pregunto cuánto le habrán pagado para aceptar el cargo? Porque no me diga que lo hizo por "deber ciudadano" o "amor a la Patria". ¿Amor a la jubilación de privilegio?
2 comentarios:
Todavía me acuerdo cuando escribía gansadas con lápiz labial en un espejo y las repetía -las famosas afirmaciones- dando consejos de belleza y de vida, sintiéndose una diosa new age.
Aquí hay un punto de contacto con el post de las minas operadas.
Nacha dice que ella está espléndida, lo cual es real, gracias a su vida ordenada, que es vegetariana y a todas esas huevadas que supuestamente hacía cuando tenía el programa de TV.
Lo que se olvida de decir es que está bárbara gracias a las quichicientas cirugías y retoques varios también.
No cuestiono, como vos decís, sus dotes artísticas. No le veo uña de guitarrero para la política, pero, nunca se sabe, por ahí se destapa una lumbrera, qué sé yo...
Me jode que sea mentirosa, que no reconozca su ignorancia y que, encima alabe asesinos y guerrilleros.
Coincido que hubiera sido mucho más loable que se excusara diciendo que su mundo es el artístico y punto.
Y no sé si es plata el motivo.
Creo que a estas alturas está tan del tomate que tal vez busca trascender en el tiempo y, como el personaje que encarnaba, volver y ser millones.
Puede ser, Fiura, que el dinero no sea el motivo hoy. Tal vez sea estar en la marquesina, tapa de diarios y TV. Tener publicidad gratis de su persona. La verdad no lo se. Lo que si creo, es que, como muchas otras personalidades de la farándula que asumieron cargos legislativos, terminará mal y le bajarán el pulgar, cuando K deje de ser vedette.
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