Al entonces Presidente De la Rúa lo mataron por televisión. Tinelli le dio posibilidad a Freddy Villareal de imitarlo -en forma excelente, por cierto- y ayudó a destruir la poca imagen que le quedaba. Ni hablar el día que tuvo la pésima ocurrencia de ir al programa.
Por supuesto que no fue el único. Todavía me acuerdo de Daniel Haddad y su banda tan particular que en programa que hacía a medianoche, tenían un muñeco que imitaba al presidente y lo volvían loco con el riesgo país. Hoy, este índice está totalmente oculto, inclusive para el propio Haddad.
Resulta que el ministro chupakirchner, titular de la supuesta seguridad y los derechos humanos -siempre tuertos- Anibal Fernandez, está sugiriendo establecer alguna norma para que a partir de ahora, existan algunas limitaciones de algún tipo, cuando se trate de imitar a un presidente.
La verdad es que las imitaciones a los presidentes se hacen en todo el mundo. Con mayor o menor respeto. En algunos casos tan bien logrados, desde el punto de la voz, que se cometieron numerosas bromas hacíendose pasar por un mandatario. Pregúntele a Evo Morales, que le pasó cuando ganó las elecciones.
Lo que si me parece fuera de lugar, que ahora salga este vocero encubierto a pedir clemencia y bajar los decibeles, cuando, después de casi seis años de gobierno, a excepción de Nik, Ceo y algún otro valiente, nadie les tocó el tujen. ¡Un clásico de la justicia y moralidad kirchneriana!
2 comentarios:
No me lo nombre a Aníbal Fernandez, por favor, se lo pido. Si me lo sigue nombrando, no lo leo más. Es el personaje más desagradable de todo este manojo de inoperantes e imbéciles que nos gobiernan.
Saludos, de todas maneras.
Saludos...
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