lunes, 28 de marzo de 2011

Un país que camina hacia el autoritarismo

Joaquín Morales Solá en La Nación de hoy. Creo que se equivocó en el título, Argentina no camina hacia el autoritarismo, hace bastante tiempo que ya estamos en un país conducido por autoritarios. La ideología sectaria corroe, como el óxido, todos los estamentos y estructuras sociales. Se rompió, y no ahora, el orden y el cumplimiento de las leyes que enmarca la Constitución Argentina. No las leyes k.

Solo espero que en las próximas elecciones, la ciudadanía vote un cambio. Caso contrario, negro futuro tendremos que padecer.

La Argentina camina derecho hacia el autoritarismo, perversión política de la que creyó haber salido para siempre hace casi 28 años. El bloqueo total al diario Clarín, que ayer no pudo acceder a sus lectores, y el bloqueo parcial a LA NACION, que vio seriamente demorada la distribución de sus diarios, quedarán registrados dentro de la madrugada más regresiva de la nueva democracia argentina.

Constituyen, al mismo tiempo, un gravísimo precedente, porque quedó demostrado que un pequeño grupo de personas violentas y vandálicas, protegidas por un Estado autoritario, puede quebrar la natural y cotidiana relación entre los diarios y sus lectores. ¿Cuándo será el próximo bloqueo? ¿Cuánto tiempo durará en un país donde la policía es sólo un testigo privilegiado, inmóvil e impotente, de las peores violaciones de las leyes?

La culpa más grande no es de los que ejecutaron la depredación en la larga noche del sábado. Si sólo hubieran sido ellos, la solución no habría tardado en llegar más que unos pocos minutos. Desde enero último, existe una resolución del juez Gastón Polo Olivera, que dispuso que la circulación de medios gráficos no debe ser interrumpida jamás por una manifestación. Esa orden debió ser cumplida de inmediato por la policía, que es el brazo ejecutor de la Justicia, pero la policía se encuentra bajo la virtual intervención de la ministra de Seguridad, Nilda Garré. Garré tiene una historia de absoluta disciplina a sus jefes políticos; esa permanente sumisión implica que debió consultar la actitud de la policía con Cristina Kirchner. Lo que sucedió anteanoche fue la más grave agresión contra el periodismo libre desde 1983, dispuesta por la cima de un poder político sin medidas ni límites.

Ya se ha hecho habitual, de todos modos, que el gobierno kirchnerista no cumpla con las órdenes de la Justicia, cuando esas órdenes incomodan sus planes políticos o sus intereses personales. Desde la negativa a cumplir la orden de la Corte Suprema de Justicia, que lleva más de una década, para reincorporar al fiscal Eduardo Sosa en Santa Cruz, hasta la reciente desobediencia de la Policía Federal a una orden del juez federal Luis Armella, que mandó desalojar la ocupación ilegal de viviendas en Villa Soldati, el gobierno kirchnerista convierte los recursos institucionales y las fuerzas policiales en instrumentos para combatir de hecho a la Justicia. ¿Qué queda de la Justica cuando sus decisiones resultan escritas en el agua?

La policía fue advertida en la noche del sábado por LA NACION y Clarín de que sus talleres, vecinos en el barrio de Barracas, podrían ser víctimas de bloqueos. Un cable de la agencia oficial Télam, propagadora del "periodismo militante" del poder, se anticipó a la policía y a los propios manifestantes. Dio por hecho un bloqueo que todavía no había comenzado. El caso laboral del diario Clarín se encontraba resuelto y cerrado; la empresa había decidido en febrero la reincorporación del personal despedido. ¿Se necesitan más pruebas de la complicidad de las máximas instancias del Gobierno con el salvaje asalto a los diarios?

La policía, mientras tanto, se entretuvo en las inmediaciones sin hacer nada y se limitó a responder que se trataba de "una manifestación, no de un bloqueo". El silogismo es memorable por su impostura, porque la manifestación concluía irremediablemente en bloqueo, como sucedió. Las fuerzas de choque tienen al final más poder que la policía, que es lo mismo que decir que la ilegalidad se ha puesto por encima del orden constitucional. Las fuerzas policiales sólo actúan cuando la ilegalidad es opositora al Gobierno. Se trata de la cancelación tan lamentable como creciente del Estado de derecho.

No se trató, tampoco, de un relámpago en cielo limpio. El contexto indicaba que en algún momento el oficialismo acometería el asalto definitivo sobre los dos principales diarios argentinos. En el reciente aniversario del último golpe militar, el jueves 24 de marzo, las organizaciones sociales paraoficiales dedicaron poco tiempo a recordar ese hecho luctuoso de la historia y a repudiar sus criminales consecuencias. Su ocuparon, más que nada, del señalamiento del periodismo "enemigo" del Gobierno; precisaron los nombres de periodistas y de medios periodísticos, entre los que figuraban de manera sobresaliente LA NACION y Clarín. La noche del sábado fue la quinta vez que se intentó bloquear la salida de los diarios, aunque nunca antes se había llegado tan lejos.

Una semana antes, el dirigente del sindicato camionero Raúl Altamirano había amenazado directamente al periodismo libre por revelar información que afectaba a su líder Hugo Moyano. En el bloque de anteanoche estuvieron piqueteros con la clara identificación del sindicato de Moyano, que no es víctima de persecución política ni personal, sino de pesquisas judiciales, algunas de las cuales se llevan a cabo en Suiza por la existencia de cuentas bancarias con dinero supuestamente suyo.

Mañana, estará en Buenos Aires Hugo Chávez para, entre otras cosas, recibir el Premio a la Comunicación Rodolfo Walsh de la Facultad de Periodismo de La Plata. No es una parodia, sino una noticia. El oficialismo, que estuvo tentado de censurar a Vargas Llosa como principal orador en la Feria del Libro, decidió premiar a Chávez por su contribución al "periodismo militante". Chávez es el maestro que divulga en América latina la escuela de la agresión violenta y perpetua al periodismo independiente, que no se deja vencer por los favores del poder político y que resiste la intimidación y la calumnia. Cristina Kirchner se convirtió, por derecho propio, en su mejor alumna.

La noción de la libertad parece vacilar, pero su defensa ya no puede ser, a estas alturas, sólo responsabilidad de los periodistas. ¿Qué hará la sociedad, que fue privada de acceder a la información del medio periodístico que ella eligió? ¿Se conmoverá sólo por un día, para pasar mañana a preocuparse por cuestiones menos trascendentes? ¿Qué hará cuando no sólo un diario, Clarín, perdió millones de pesos en un día, sino que los canillitas también se quedaron sin una parte importante de sus ingresos?

Un párrafo aparte merece la oposición. La lucha por la libertad es más importante que la competencia electoral para comicios que se celebrarán sólo dentro de siete meses. La responsabilidad suya no es sólo defender del acoso a los medios periodísticos y a los periodistas, sino también a los ciudadanos que fueron privados de acceder a la información que necesitan para tomar decisiones colectivas. No será suficiente la mera declamación de discursos conocidos y repetidos cada vez que una nueva escalada encoge los espacios de las libertades esenciales. Debería hacer algo más en conjunto, trazar un límite donde los límites ya no existen. Hasta ahora, el ombliguismo opositor y el autoritarismo oficialista están dejando al país sin el indispensable oxígeno de la libertad.

domingo, 20 de marzo de 2011

Lágrimas de cocodrilo

Buscando en internet la expresión "Lágrimas de cocodrilo" encontré en este blog un texto que cumple lo que estaba buscando. Aquí lo reproduzco.

"Hay veces en las que algunas personas fingen estar tristes para dar pena a los que las rodean y conseguir su compasión. También hay personas que, aunque realmente no lo sientan de verdad, lloran para que se las perdone por algo malo que han hecho, pero no son lágrimas de sufrimiento ni de pesadumbre real, sino que son más bien fingidas.

Pues bien, a todas esas lágrimas derramadas sin sentimiento, que no son de verdad, sino que son fingidas (es decir, dando a entender lo que no es cierto) se las llama lágrimas de cocodrilo.

¿Y por qué se le llama a esto lágrimas de cocodrilo? Pues bien, parece ser que los cocodrilos, para mantener la hidratación de sus ojos cuando están fuera del agua, segregan un líquido acuoso que mantiene sus ojos en perfecto estado y, aunque desde fuera parece que están llorando, tranquilos, no es que estén sufriendo o que sientan pena por algo, es una respuesta natural de su cuerpo para evitar la deshidratación de sus ojos."

Mi estimado amigo -inteligente como son todos los lectores que siguen a este Escriba- ya se habrá dado cuenta hacia adonde voy.

Desde que nuestra Reina se convirtió en viuda, además del religioso luto (ya pasado de moda) que solo sirve para recordarnos que Don Nestor no se encuentra entre los mortales, en casi todos sus discursos la voz quebrada y los ojos húmedos, pasaron a formar parte del repertorio y puesta en escena, casi como un coreografía de ballet, que se agregaron a otros tantos movimientos estudiados que tanto gustan a Cristina y su entorno.

Lo que al principio podía ser una situación creíble y hasta casi comprensible, hoy pasó a ser algo vodebilesco. Más aún, cuando nos enteramos que su marido le hacía crecer la cornamenta de ciervo a través de la amante que salió a la superficie lo que hasta ese momento era ternura y comprensión, pasó a ser un mar de cuestionamientos. ¿Se acuerda la puesta en escena del cajón vacío en casa de gobierno?

Vaya comprando pañuelos de papel, porque tendremos lágrimas como para llenar el Chocón. ¿Sabe cuántos discursos nos quedan?

El Escriba cultural: hoy cine x 2

Fui al cine a ver dos películas que me interesaban: El cisne negro y El discurso del rey.

La primera, una película muy rara y extraña en la cual sobresale la actriz protagonista Natalie Portman, ganadora del Oscar a la mejor actriz. Mas allá de sus dotes y virtudes como artista, hay que destacar el esfuerzo y preparación como bailarina de ballet.

Supongo que habrá habido en algunas escenas un doble de cuerpo, pero si a un neófito como quién escribe, le preguntasen viéndola bailar, si la consideraría para algún elenco de ballet sin conocer sus antecedentes, le respondería que sí. Que tal vez sea mejor bailarina que actriz.

Muy bien acompañada, con un guión que mantiene al espectador permanentemente atento a lo que sucede. El cierre de la película, un lujo.

Calificación: cuatro escribas. Si aún no la vió, vaya, es un excelente programa.




El discurso del rey, es realmente una obra de arte inglesa. Para aquellos que gustamos oir el "british" -el inglés bien hablado es un bálsamo para los oídos, aunque uno hable como Tarzán- la película vale por dos.

Muy bien ambientada, respetando el contexto histórico de ese momento aunque con algunos matices discutibles pero totalmente aceptables, los dos principales actores Colin Firth, príncipe y futuro rey (ganador del Oscar al mejor actor) y Geoffrey Rush, como el responsable de solucionar su dificultad del habla, se roban la película.

No hace falta conocer lo que sucedió en esos años, pero si lo sabe, es mucho mejor, porque podrá disfrutar y gozar el film de forma más contundente. Conociendo la histria real, seguirá el hilo de la película de otra manera, sin sorprenderse por los acontecimientos.

Seguramente, luego de verla ingresará a Google y comenzará a buscar quién fue realmente Lionel Logue (el terapeuta) y que papel desempeñó posteriormente. Como siempre, desde este humilde lugar se lo adelantamos.

Calificación: cuatro y medio escribas. Más que un programa, un programón. Si la ve traducida al español, puede ir a confesarse inmediatamente. Su pecado será gigantesco y casi seguro no tendrá perdón de Dios.

viernes, 11 de marzo de 2011

Consulta padrón electoral (provisorio)


En esta página se puede consultar el padrón electoral hasta fin de mes. Aproveche la oportunidad para hacer las correcciones que crea conveniente.

No se si servirá para algo, pero al menos habrá cumplido con su deber ciudadado

domingo, 6 de marzo de 2011

Un taxista, filósofo encuestador


La ciudad de Buenos Aires como toda ciudad grande del mundo, tiene sus problemas pero también sus encantos y secretos.

Como ya escribí en otros post, los "tacheros" -para aquellos que no están familiarizados con esta palabra, son los conductores de taxis- marcan claramente el pensamiento mayoritario de la sociedad que los rodea.

Está claro, que no todos los estratos sociales se suben a un taxi. Sin embargo ellos conocen la calle y a su gente. Las horas que pasan detrás del volante y los kilómetros que diariamente realizan por todo el territorio de la ex capital y sus alrededores, les permiten ir asimilando el pulso de la gente. De aquellos que suben a su vehículo como los que, de algún modo, tienen contacto con él. Que son muchos.

Utilizo este medio de transporte en forma habitual sobre todo cuando salgo a la noche, porque puedo comer y beber sin preocuparme de los controles, pero también, me olvido del tránsito, cochera, de los loquitos al volante y me mantengo distendido desde que salgo de mi casa hasta que regreso. Durante el día, también los utilizo cuando el subte no me sirve.

Esos minutos con mi desconocido chofer, los aprovecho en su totalidad. Las conversaciones casi siempre se inician con el estado del tiempo y el pronóstico futuro. No falla nunca. Luego, con la noticia del día y finalmente, el gobierno.

En general los dejo hablar porque tienen esa filosofía tan particular, cuyo diploma virtual, les es entregado por la "lleca" por el simple hecho de no faltar nunca a sus esquinas y calles, durante años de cursar y dar el presente.

Estos profesionales del volante son el termómetro de nuestra sociedad. Es muy extraño que se equivoquen. También miden el pulso. Saben cuando las pulsaciones están altas y cuando la cosa está mal. Muy rara vez le dirán que algo está bien, pero lo reconocen.

No se preocupe, estimado lector, no le estoy vendiendo nada. Simplemente reconociendo un personaje infaltable de nuestra vida porteña.

Le dejo una pregunta final. ¿Porqué será que ninguno de los taxistas que me tocó en sorteo nunca me habló bien de los K y menos de nuestra reina Cristina? Tengamos en cuenta que el secretario general de su gremio es mano derecha del mandamás de la CGT, el "Padrino" Moyano.

Esta es la verdadera encuesta y la que hay que seguir con atención. Se la recomiendo.

sábado, 5 de marzo de 2011

jueves, 3 de marzo de 2011

El piquete, un problema de marketing

Piqueteros en Argentina

Piquetes en Ucrania

Si no me cree, vea este artículo de La Nación. Otra muestra más, de la ineptitud del gobierno K. Tuvimos miles de piquetes y cortes de rutas y calles, pero ninguno como lo que sucedió en Ucrania.

Ahora bien, si mañana un grupo de agraciadas niñas como las de la imagen, cortan la 9 de julio y Corrientes ¿Qué supone que pasaría? ¿Habría insultos? ¿Habría enojos y puteadas? Seguramente no.

Como siempre, todo se reduce a un problema de marketing. Nuestra reina ¿habrá tomado nota?