viernes, 31 de agosto de 2012

Kicillof, el vigía del mercado

Los empresarios deben trabajar con precios que les permitan cubrir todos los costos, más una ganancia razonable. Esa es la idea del todopoderoso viceministro de Economía, Axel Kicillof. Y es una buena idea si se trata de monopolios naturales, como la distribución de energía eléctrica. No es posible económicamente, por ahora, poner a dos empresas para que el cliente domiciliario elija a quién le compra según la tarifa que le ofrecen.

Pero en los mercados competitivos, ¿por qué garantizar a los empresarios una ganancia? Sin discutir qué quiere decir "razonable", que es un concepto absolutamente relativo. ¿Por qué garantizar una ganancia? Y más aún. ¿Por qué obtener una ganancia o no depende de la decisión de un funcionario? Si las cosas funcionaran bien así, la Unión Soviética sería hoy el país más poderoso de la Tierra. Y China habría tenido que volver a la economía planificada, después de un experimento capitalista.
El argumento de los que piensan como Kicillof es que no se pueden dejar las cosas libradas al mercado, que tiene que intervenir el Estado. No han entendido que sin Estado no hay mercado. Pero las regulaciones deben asegurar la competencia, no decirles a los actores todo lo que deben hacer y cómo deben hacerlo. Si así fuera, no habría innovación. ¿Para qué? Si el Estado garantiza ganancias "razonables" aún cuando se siga haciendo lo mismo indefinidamente.

No hay que salir del país para encontrar ejemplos. Con esquemas como el de Kicillof, el Ford Falcon, que apareció en los Estados Unidos en 1960, duró aquí hasta 1992. Un poco menos longevo fue el Peugeot 504, que se fabricó y vendió hasta 1999, cuando había llegado al público por primera vez en 1968 y en Francia se dejó de producir en 1983.
En el fútbol no hay juego si no hay reglas y un árbitro que las aplique y haga cumplir. Pero el árbitro no les dice a los jugadores cómo jugar, ni cuánto deben ganar o si deben empatar o perder. Al menos en las ligas donde no hay "bombeadas", en los términos que utiliza la presidenta Cristina Kirchner. El árbitro, el Estado, en la economía debe garantizar también que no haya acuerdos para no competir. El básquet es un buen ejemplo. No se puede tener la pelota indefinidamente sin tirar al aro. En el handball se sanciona el "juego pasivo".

Esas reglas son en beneficio del espectáculo, es decir, del público, de los consumidores. ¿Qué se asegura o se intenta asegurar? Que compitan y que el espectáculo sea lo mejor posible.

Kicillof quiere también defender al público. Pero, en la analogía con el fútbol, le dice a Messi cómo debe patear y al arquero contrario cómo debe atajar, no sea cosa que haya muchas diferencias y alguien gane lo que no sea "razonable". En la mente de Kicillof, trasladada al fútbol, Messi hace demasiados goles, gana demasiadas copas. Es "un hegemónico". No se puede permitir. Y no es que no haya reglas así, que intenten buscar que no gane siempre el mismo. La forma en que se construye el ranking de tenis hace que llegar al número uno sea más fácil que mantenerse. No es bueno para el público, los consumidores, que el resultado sea previsible y gane siempre el mismo. Como le pasó a la Fórmula 1 cuando Ferrari y Schumacher ganaron casi todas las carreras durante cinco temporadas seguidas. Las reglas han cambiado, tratando de evitar esas diferencias. Pero, al contrario de lo que busca Kicillof, la competencia es más intensa que nunca. Y el público, los consumidores, son los beneficiados.

En el tenis, cuando el cambio de las superficies y las raquetas hizo todo más fácil para los "sacadores" y los peloteos duraban nada, se les redujo la presión a las pelotitas, en dos oportunidades. La idea era mantener satisfechos a los consumidores, los espectadores y hacer crecer su número de manera sustentable.

Si la idea es defender el crecimiento sustentable y los derechos de los consumidores, no está mal lo que quiere hacer Kicillof. El problema es que los métodos son equivocados. Minan la inversión y la producción y terminan perjudicando a los que quiere defender.

Si Apple sorprendió a la competencia con sus teléfonos y tabletas fue por la existencia de un mercado competitivo. Porque invirtió y desarrolló y apostó. Y ganó todo lo que el mercado le permitió, no lo que un funcionario le autorizó. Los competidores de Apple que vieron cómo perdían porciones de mercado y algunos hasta cómo empezaban a tener pérdidas en sus balances, debieron conseguir dinero para invertir y desarrollar para ofrecer como mínimo productos igual de buenos, pero más baratos. Si no, quebraban. ¿Quién se beneficia? El usuario, el cliente, el público.
En el esquema argentino, la manera de defenderse de una innovación habría sido salir corriendo a pedirle a Kicillof protecciones, cuotas de mercado y ganancias "razonables" para seguir haciendo lo que el público ha dejado de querer y cobrándole lo que ya no quiere pagar.

Pero, además, el esquema es general y no sólo para los empresarios. La propia Presidenta se enorgullece de que haya paritarias, pero les dice a los sindicalistas cuál es el aumento máximo que pueden obtener. La prueba de que esto es ya una realidad en la Argentina de Kicillof es sencilla de obtener: si se la consigue, la Ipad, gracias a impuestos, barreras y cuotas, es la más cara del mundo.
Es curioso, además, porque cuando el viceministro aplica su esquema a monopolios naturales, como la distribución eléctrica, las deja al borde de la quiebra. El Estado acumula deudas y luego se las paga entegándoles una planta de generación o diciéndoles que tienen que afectar los pagos a un aumento de salarios. Como se ve, la idea de "razonable" no es una medida económicamente razonable.
El energético es el mercado más intervenido desde inicios del kirchnerismo y los resultados son los que se previeron. Caída de la inversión, producción declinante, crecientes importaciones. La respuesta del Gobierno es regular cada vez más. Es un esquema que, además, facilita e incentiva la corrupción. Si el destino de la empresa está en manos de un funcionario, ¿no pedirá éste algo a cambio? ¿Y los empresarios se negarán?

¿No es eso lo que ha pasado en el área de transporte durante casi una década con resultados ruinosos, que incluyen tragedias, servicios horribles y funcionarios súbitamente ricos?

La solución parece ser, según Kicillof extender el mecanismo a toda la economía.

Jorge Oviedo
La Nación

miércoles, 29 de agosto de 2012

Soy facho. Defiendo las penas

Me leyó el pensamiento


Hoy no hay margen para aplicar casi ninguna norma sancionatoria en la escuela pública sin que la misma no sea considerada fascista. En realidad y para ser más justos, si alguien propone discernir alguna pena en cualquier ámbito de la convivencia social es considerado casi siempre  un autoritario. Para ganarles de mano a los bloggeros del  “modelo” que se solazan comentando estas crónicas, precediendo sus dichos con los más variados epítetos rústicos, me anticipo diciendo que me banco por esta idea el rótulo de “facho”.

Creo que es acertada la decisión de apartar preventivamente a docentes y personal administrativo de la Escuela 3 del barrio de Monte Castro que parodiaron en un aula y frente a alumnos a Mauricio Macri y a Esteban Bullrich. Creo que el paro que lanzaron los gremios es una excusa para seguir haciendo política dentro de esa misma escuela y que toma como rehenes a los chicos y a los padres. Creo que respeta el principio de debido proceso aplicar el recurso previsto por la ley  ante la flagrancia probatoria del video que  muestra a los educadores en el colegio “jugando” a hacer teatro político frente a pibes desde los 8 años. La norma prevé la separación mientras dure el sumario y no es irrazonable aplicarla. Estos  6 docentes cobrarán sus sueldos en su totalidad y prestarán servicios en otra institución hasta la resolución final.

La actividad gremial debe ser siempre reivindicada aún en los tiempos en donde algunos creen que representan cabalmente a los trabajadores firmando que con 2875 pesos se alcanza un salario mínimo. Y, en especial,  hay que defender la tarea de ennoblecer a los maestros, una de las profesiones más postergadas social y económicamente en nuestro país. Pero proponer como modo de tutela de los intereses profesionales  un acto en una escuela pública, dentro del aula, parodiando burdamente a un político, no tiene nada que ver con eso. A eso se le agrega que se usa como involuntario público a alumnos de escuela primaria. No a una comunidad universitaria en donde es más propio este debate. ¿Qué pasaría si el caricaturizado fuera el o la Presidente de la Nación de turno? ¿Qué dirían los dirigentes que hoy propusieron un paro de 24 horas si se teatralizara la emisión de billetes en un colegio? A dónde quedó la dignidad y potencia de la carpa blanca que supo maridar a todo el país digno con el oficio de enseñar parándose con guardapolvos blancos, artistas, dirigentes y ciudadanos de a pie frente al emblema de la ley?

Reaccionar con un paro  por supuesta “persecución ideológica” ante una sanción legal y preventiva, es decir, sin definición aún, es exagerado e inconsistente.
A esta gestión de Mauricio Macri puede justificadamente achacársele la falta de algo novedoso (o incluso de convicción) en el compromiso por la enseñanza pública. También es cierto que su ministro Esteban Bullrich es uno de los que  intenta revertir una dejadez generalizada en la educación argentina. Y lo hace con dispar resultado, sí, pero también con honestidad. Nada de esto habilita a que se use la escuela pública y a los alumnos que son confiadas a ellas para montar un ramplón acto político. Hacer un paro es no poder reconocer que el “teatro” de la Escuela de Monte Castro fue un error y validar como aceptable que  en clase, a cualquier hora, desde el primer grado se haga política partidaria. Porque de eso se trata.

Habrá que salvar las distancias pero hay que decirlo. Las barras bravas no son hinchas apasionados sino delincuentes como dijo el valiente Javier Cantero. Los que sacan presos a los días de recibir condena para culturizarlos no son uno jóvenes románticos sino autores de irregularidades que cometen un error político y jurídico como sostuvo Raúl Zaffaroni. Y, por fin, los docentes que jugaron a ser Macri y Bullrich no son luchadores gremiales sino empleados del estado que usaron como su propia tribuna política  el espacio que es de todos.

Son, con diferencias obvias y notorias,  infractores de la ley que, salvo que se quiera homenajear al gran Discéplo mezclándolos en un mismo lodo, todos manoseados, merecen una sanción. Así de sencillo, así de “facho”.

 

sábado, 25 de agosto de 2012

Un recuerdo para un grande

Neil Amstrong, primer hombre en pisar la luna. Recuerdo haber visto en blanco y negro ese gran acontecimiento mundial. Mi recuerdo a un valiente.

viernes, 17 de agosto de 2012

Yo lo voto

"Hace dos horas que vienen argumentando estupideces sobre la línea telefónica gratuita del 0800 para que los padres puedan denunciar "intromisión política" de agrupaciones partidarias en las escuelas y jardines. Dicen que es una medida "persecutoria" para los docentes, se llenan  la boca criticando a un gobierno que ganó con el 65 % de los votos, toman a los vecinos por tontos por haber votado a Mauricio Macri y se rasgan las vestiduras sobre las renegociaciones de los contratos con las empresas que hoy manejan Subterráneos de Buenos Aires", dijo Cristian Ritondo durante el debate legislativo. 
 
"Pero los mismos que nos criticaron y nos insultaron desde el incio de la sesión, el 9 de septiembre del 2002, autorizaron a Subterráneos de Buenos Aires a renegociar contratos con empresas como Techint, Skanska, CTI SA, Dycasa SA y Benito Roggio e Hijos SA. El entonces Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, no dudó en firmar el decreto 1100/02 para que estas sigan viviendo a costas de los impuestos de todos los vecinos de la ciudad", señaló Ritondo 
 
Él agregó "Para muchos kirchneristas que están aquí presentes y que se quejan de representar a esta legislatura, estos nombres son familiares porque forman parte de los negociados de obras públicas que tienen involucrados a ministros y secretarios de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner".
 
El diputado del PJ macrista denunció: "Los que hoy nos quieren hacer creer que el subte es competencia excluvisa del Gobierno de la Ciudad y por eso deberíamos hacernos cargo, son los mismos que el 12 de Septiembre de 2002 vetaron la ley 871, donde se dispuso una jornada de trabajo de 6 horas diarias (36 semanales) para todos los trabajadores que se desempeñan en la red de subterráneos".
 
Ritondo dio más datos: "A través del decreto 1.1168/008, el entonces Jefe de Gobierno  de la Ciudad,  Aníbal Ibarra, argumentó que quien debía fijar la jornada de trabajo del personal de la empresa Metrovías, es el Estado Nacional en el marco de la Ley  23.696 y el decreto 1143/91, resultado que el Estado nacional es el concedente  a la Empresa Metrovías. En más, otro argumento del veto de Ibarra es que la ley 871 violaba la Constitución de la Nación Argentina y el principio de separación de Poderes y que la duración de la jornada de trabajo del personal del subte, era facultad exclusiva del Congreso de la Nación. Hoy nos quieren vender espejitos de colores sin hacerse cargo de su pasado como gobernantes de la ciudad de Buenos Aires"
 
"Yo me hago cargo de toda mi historia política, no como algunos que creen que la política empezó en Mayo del 2003 cuando los Kirchner llegaron al poder. Hay muchos que hoy sufren amnesia, que no se acuerdan de nada, que e  tienen miedo a la verdad de su propia historia. Son los mismos autoritarios que creen en el pensamiento único, los mismos demagogos  que no creen en la democracia. Soy de los que cree en la diversidad de pensamiento, soy de los que cree que el pueblo siempre tiene la razón cuando ejerce su derecho al voto, tanto cuando gana la presidente Cristina Fernández (me guste o no me guste) o cuando gana Mauricio Macri. A todos aquellos que sienten vergüenza de representar a esta legislatura tan chata, como ellos mismos dicen, tienen la posibilidad de no presentarse en las próximas elecciones y así nos evitan tener que justificar el trabajo de los que no quieren trabajar," dijo finalmente Ritondo.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Mire si un día...

Mire si un día, la presidente usa la cadena oficial para invitar a todos los dirigentes de la oposición a debatir ideas y proyectos para el futuro del país.

Mire si un día, los legisladores en el Congreso, presentan proyectos de ley que ayuden a la gente y dejen de discutir sobre asuntos que solamente generan controversias y disputas políticas.

Mire si un día, los gobernadores dejen de someterse a las presiones del gobierno nacional y defiendan a los ciudadanos que los votaron.

Mire si un día, los responsables políticos acepten que la seguridad no es una "sensación" y que detrás de las rejas estén los chorros y no las familias dentro de sus casas.

Mire si un día, los miles de millones de pesos que se destinan a Fútbol para Todos, Automovilismo para Todos, propanganda oficial, compra de medios para autopublicitarse se vuelquen a la construcción de viviendas, escuelas, hospitales y ayudar a dar de comer a todos esos comedores que no tienen apoyo estatal.

Mire si un día, el gobierno diga "no necesito publicitar nada, mi mejor propaganda son los hechos"

Mire si un día, nuestra multimillonaria presidente, donara gran parte de su capital para ayudar a fundaciones que dan un hogar, alimento y ropa a los más necesitados, como hizo por ejemplo, Francisco P. Moreno.

Mire si un día, nos pusiéramos de acuerdo entre todos en tener un objetivo común, dejando de lado banderías políticas, venganza e ideologías vetustas.

Mire si un día, copiásemos a los países más desarrollados y comprendiésemos que no hay nada nuevo bajo el sol, desde el punto de vista económico.

Mire si un día, los políticos recibieran un baño de humildad

Mire si un día, los funcionarios públicos dejaran de coimear y robar.

Mire si un día, nos respetásemos más en todos los órdenes de nuestra vida cotidiana

Mire si un día, cumpliésemos la norma que dice "la libertad de uno, termina donde comienza la libertad del otro"


Mire si un día, al levantarnos y ver por la ventana la salida del sol, dijésemos "me siento orgulloso de vivir en la Argentina"

¿Pido mucho?

martes, 14 de agosto de 2012

¡No soy indigente!

Gracias al INDEK, me acabo de enterar que no soy indigente pues con $ 688,37 por mes estoy fuera de esa categoría ¡al fin una buena noticia!

También me sirvió para ganarle una larga discusión a mi mujer. Ella me decía -y a pesar de todo lo publicado, lo sigue diciendo- que el dinero no le alcanza. Que en el supermercado, la carnicería y verdulería, los precios aumentan casi todos los días. Le demostré que con menos de $6 por cabeza podemos cumplir las cuatro comidas diarias: tomé el listado de productos que publica Moreno y sus respectivos valores y le dije "si él (por Moreno, no por "El" Nestor) puede, nosotros también".

"La canasta básica alimentaria está compuesta por pan, galletitas, carne, pollo, leche, café, te, quesos, huevos, dulces, hortalizas, frutas, verduras y bebidas en las cantidades suficientes para satisfacer, según explica el INDEK, los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles según el sexo y la edad de las personas y de los integrantes de la familia." afirma la gacetilla de prensa.

Claro que aquí falta el alquiler; transporte; gastos escolares; ropa; salud; recreaciones varias; higiene; artículos del hogar; farmacia y algún otro etc, que no se tiene en cuenta en la Canasta Básica Alimentaria (CBA)

En enero de 2011, esta canasta ascendía a $ 580,14, la diferencia equivale aproximadamente a un 15% que representa aproximadamente a la inflación "oficial"  En esto si, son bastante prolijitos.

Todos sabemos, incluída Cristina y su gobierno, que las cifras del INDEK se manejan no sólo para el tema inflacionario sino, para el resto de los parámetros. El de la pobreza y la indigencia, van de la mano con lo anterior. La realidad es bien diferente.

Ahora después que suba este post y con mis seis pesos, saldré a la calle a prepararme las comidas de mañana antes que la AFIP me los tome a cuenta de ganancias.











domingo, 12 de agosto de 2012

El "Gobernando" no despega

Con su acidez habitual, Sebastián repasa muy prolijamente la actualidad Kirchnerista. El título lo dice todo

Yo sé, Compañera Jefa, que toda la banda que la rodea le dice que su programa “Gobernando por un Sueño” anda fenómeno, que a la gente le encanta y que mide bárbaro . Pero yo no la voy a engañar. La realidad es que así no vamos a despegar nunca. Un programa en cadena nacional, a las 6 de la tarde, de una hora de duración, mostrando números de política gasífera y petrolera es, literalmente, morirse. ¿Le pasaron el rating? Apuesto a que no. Es tal el pánico que le tienen que no se animan a decirle nada. O peor aún: l e cambian los números para quedar bien y que usted no se enoje. Mal negocio, Jefa. El adulaje es pan para hoy y hambre para mañana. Mire todos los que antes estaban con Duhalde y que ahora, al lado suyo, hablan mal de él. O de Menem. El demonio le está susurrando el futuro al oído. Escúchelo.

Yo le canto la justa sobre el minuto a minuto del último programa. Por ejemplo, en Telefe daban una película que estaba midiendo 10,1 puntos de rating. Pero a las 17.47 cortaron, entró la cadena nacional, arrancó el “Gobernando” y empezó la caída mortal (dejando a un millón de tipos sin poder ver el final de la película y recontentos de poder escucharla a usted). Cae a 8,4, después 7,8, después 7,4. Luego se desploma a 6,6, remonta un poquito en la parte esa en que lo escracha a Bonelli (eso gustó mucho, se ve que todo lo que sea bizarro y absurdo garpa) y al final aterriza en 6,4. Por suerte, a las 18.53 empezó “Floricienta” y clavó un pico de 13,1 para tranquilidad de todos en el canal.

Lo mismo pasó en Canal 13 , el de los húngaros. “Cuestión de Peso” le deja un rating de 7,5 y cuando arranca su programa entra a caer en picada kamikaze hasta 5,1. Justo cuando Pablito Codevilla estaba por pegarse un tiro en las criadillas empezó “A todo o nada” y clavó un 10,1 salvador. Yo que usted, la próxima vez, lo llevo a Kaczka que es mucho más popu que Kicillof.
Ni le digo el 9. Viviana le dejó más de 7 puntos y usted a las 18.28 enterró un 2,9. Tremendo, hubo que evacuar el canal. ¿Y América ? Le dejó 5,1 y a las 18.52 usted entró en la inmortalidad sepultando a Vila y a Manzano con un temerario 1,1. Todavía están temblando. 

Frente a esto, sólo nos quedan dos posibilidades: o nos replanteamos todo (autores, elenco y productores nuevos) o le pedimos a Moreno que mida el rating con el INDEC y lo dibujamos como hacemos con la inflación y la pobreza. Pero así, no va más. ¿A quién se le puede ocurrir salir por televisión para explicar la manera en que se distribuye el impuesto a los combustibles? ¡Por Dios! ¿ Quién es el productor general de este bodrio, Jefa? ¿A quién responsabilizamos por esta catástrofe audiovisual??!!

Hay que entender, Compañera Jefa, que el suyo es un programa que nos muestra diariamente sus vivencias, sus estados de ánimo, sus broncas, sus alegrías y la relación entre todos los personajes que la rodean. O sea, sin duda alguna, técnicamente es un reality. Es como Gran Hermano pero sin confesionario porque si no se pudriría todo ( imagínese: “Amadooo… al confesionario”, chau proyecto nacional). Por lo tanto, la clave para que el programa tenga éxito es respetar las características del formato. Tiene que haber mucho lío, agravios, internas, bardo. O sea todo lo que actualmente tiene, pero con mucha más intensidad. 

Yo sé que contar la epopeya de rescatar YPF de las garras privadas a las que fue arrojada vaya uno a saber por qué abyecto esbirro del neoliberalismo es muy importante (digo abyectos esbirros del neoliberalismo para que no tener que nombrar a unos y unas que yo sé). Pero cuando usted empieza con los números y los gráficos, la gente en su casa aprovecha para bañarse, ordenar los placares, mirar fotos de cuando eran chicos, esas cosas que uno hace cuando no sabe qué hacer.
Si no le ponen más pimienta la gente se aburre. 

Lo mismo pasa con el elenco. Olvídese de un Lito Cruz, o un Peretti. Esto es un reality. Acá hay que agregarle un par de reventados, algún bandido más y dos o tres gatos cascoteados . O sea, traer más quilomberos y evitar que se vayan los que ya tenemos. Por eso me preocupa que anden diciendo que Moreno se quiere ir. Yo lo entiendo, no es para menos. El tipo está en su oficina, harto de que le digan de todo, y de repente lo llama Kicillof para explicarle lo que hay que hacer con la inflación o el dólar. El tipo se quiere matar. Debe decir: “¿Y este pendejo, de dónde salió?” Pero no lo deje ir Jefa. Moreno es bardo. Moreno garpa. Moreno mide.

Es el Cristian U del proyecto nacional . Como Timerman, que armó un nuevo escándalo con los uruguayos y ahora se lo quieren comer crudo desde Mujica hasta Sanguinetti pasando por Carlitos Perciavalle y China Zorrilla. El papelón funciona bien. Suma.
Timerman es el Charlotte Caniggia de la diplomacia internacional. Póngalo en primera fila aplaudiendo al lado de Boudou, por ejemplo, y va a ver cómo levantamos. Lindo dúo. Me gusta. Lástima que se nos fue Schiavi.

Lo que me dejó preocupado es que usted justificó la cadena nacional diciendo que la gente no se entera de todo lo bueno que hace el gobierno porque los malditos medios exitosos no lo publican. Mala señal, Jefa. ¿O sea que toda la guita que gastamos para sostener nuestros diarios, nuestras radios, nuestros canales y nuestros comunicadores, es al divino botón ? ¿Eso quiere decir que por más que se la pasan contando lo lindo que es el kirchnerismo, la gente no se entera?? ¿Cómo es? ¿ El único boludo que escucha a Barone soy yo ? Si es así, pongamos la mosca en algo que rinda más y cambiemos la estrategia.

Quizá nos convendría bajar el tono y hablar de las cosas que angustian a la gente. No le digo hablar de los subtes porque eso ya sabemos que es un problema de Macri que no quiere agarrar el balurdo. Con lo lindo que le dejamos los vagones y las vías. Si no sabe cómo manejarlo que llame a Jaime o a Schiavi que son especialistas y no tienen laburo.

Pero no estaría mal reconocer que tenemos algunos problemitas y que vamos a tratar de resolverlos en lugar de hacer como si no existieran . No cuesta nada y hace al programa más creíble, más querible y más humilde. Por ejemplo, la sensación de inseguridad es una sensación cada vez más fuerte . Y si no, pregúntele a mis amigos de Pol-ka por qué no tuvieron tiempo de disfrutar su show del jueves. Jefa, si el programa va a fracasar, por lo menos que fracase con dignidad.

Usted miente, señora Presidenta

Excelente nota de Jorge Fontevecchia con el cual muchas veces no coincido. Tómese un mate o un cafecito, mientras lo lee tranquilo. No se va a arrepentir.


Usted miente, señora Presidenta. Usted no quiere mejorar el periodismo, usted quiere destruirlo. Y en eso, aunque no en otras cosas, va a fracasar.

Miente cuando pide una ley de ética pública para los periodistas que obligue a los medios a “publicar qué empresas reciben dinero” (le aclaro que me encantaría que así fuera). Sus deseos no son sinceros, porque si eso se implementara todo su aparato de propaganda oficial quedaría al descubierto.

Usted dice que encontraron en YPF facturas de 11 millones de pesos por año de periodistas y medios por publicidad que se pagaba pero no se emitía: “Publicidad no convencional, la pagás y no aparece” (sic). Pero mencionó solamente el millón de pesos que dice que cobraron el socio y la esposa de Marcelo Bonelli desde 2008.

Los 240 mil pesos anuales que durante cuatro años recibieron los allegados de Bonelli, según usted, representan sólo el dos por ciento de esos 11 millones de pesos anuales, lo que permite deducir que hay, en promedio, otros 46 periodistas o medios que también recibieron sistemáticamente dinero por publicidad que, como usted dice, “la pagás y no aparece”.

Urge que usted difunda esa lista, así la opinión pública se entera de quiénes son esos medios y periodistas que cobran por servicios no prestados. Imagino que habrá varios simpatizantes de su Gobierno en ella. Pero lo importante es que se sepa quiénes son porque, más allá de los intereses que defiendan, cobrar por un servicio que no se presta es una estafa o un acto de corrupción.

El tema no es sólo Bonelli. El tema es ese sistema de corrupción de periodistas y medios. Pero lo curioso es que, si ustedes no lo inventaron, señora, ustedes lo engrandecieron a niveles inconmensurables. Y de lo que no cabe duda es de que ustedes lo institucionalizaron como una práctica normal. Usted se escandaliza de su propio espejo y encima cree que refleja la imagen de otro.

Algo comparable les pasa con el tema de la dictadura: ustedes acusan a algunos de sus críticos de acciones negativas que no existieron, se agregan en su propia biografía acciones positivas que nunca realizaron y terminan creyéndose héroes de la ética.

Mire, señora, hace siete años el diario PERFIL publicó en El Observador del 18 de septiembre de 2005 una larga investigación titulada “Caja negra”. Allí se informaba que “el propio Estado utiliza cajas negras para promocionar su gestión”, y desarrollaba en detalle el caso de 27 periodistas que por orden del vocero de De Vido, Alfredo Scoccimarro, debían estar en la pauta publicitaria.
La lista la encabezaba Marcelo Bonelli y, mire lo que son las vueltas de la vida, señora, nueve de los 27 periodistas de esa lista trabajaban en alguna de las empresas del Grupo Clarín. Y hoy Scoccimarro ya no es el vocero de De Vido sino que es su vocero y, además, es el secretario de Comunicación Pública, cargo en el que reemplazó nada menos que a Abal Medina cuando asumió como jefe de Gabinete.

Son ustedes, señora, los que inventaron lo que usted denuncia. Hace siete años era PERFIL quien denunciaba la relación entre Scoccimarro y Bonelli cuando Clarín era aliado del Gobierno. En aquella oportunidad, Bonelli pidió derecho a réplica explicando que él no trabajaba en la radio FM Palermo que aparecía en la planilla publicada en la nota de PERFIL, lo que justificó una contrarréplica de los periodistas de El Observador para demostrar que era la hija de Bonelli quien trabajaba en ese programa, y la publicidad había sido gestionada por una productora de A dos voces, el programa de Bonelli.

Siguiendo el mismo manual, ayer PERFIL pidió a Bonelli precisiones sobre los montos que cobraron su socio y su esposa de YPF, ya que en los descargos que realizó en Clarín y Telenoche no se refirió a ellos. Bonelli dijo que su esposa sólo cobró 6 mil pesos por mes de julio de 2007 a marzo de 2008, 54 mil pesos en total, por traducciones de inglés (tiene el título del Lenguas Vivas), y que él no tiene ningún socio porque la publicidad de los programas que realiza en los distintos medios del Grupo Clarín es vendida directamente por la empresa, de la que él es un empleado. Quedará por ver si existe una contrarréplica, como en el caso anterior de Bonelli ante la denuncia de PERFIL en 2005.
En Clarín y en Telenoche Bonelli sí explicó que todos sus ingresos están en blanco y que lo que publicó sobre que Galuccio estuvo por renunciar es totalmente cierto. Ese no era el núcleo de la acusación, porque podría haber cobrado un millón de pesos en blanco, nunca la Presidenta dijo que fuera en negro. Y es obvio que la crítica que recibió por cadena nacional no es por su nota del 3 de agosto último sobre Galuccio, porque ya el 10 de julio Perfil.com y el diario La Nación habían informado que Galuccio analizaba renunciar.

Lo que a la Presidenta le molesta de Bonelli es su prédica contra la restricción a la venta de dólares, que realiza todos los días, a la mañana, a la tarde y a la noche (hay que reconocer que Bonelli es un trabajador esforzado) en TN, Radio Mitre y Telenoche, desde hace nueve meses con notable efecto. Y aprovechó las pagos de YPF a la esposa de Bonelli y su supuesto socio para –en el contexto de la i-nauguración de una planta de refinado– pegarle un palazo.

Pero a buena hora su enojo, señora, la lleva a proponer debatir ética periodística e ilumina con la llegada de su cadena nacional la problemática sobre de dónde viene el dinero que financia a los medios de comunicación y a los periodistas, y se debate ese método degenerativo del periodismo que además el kirchnerismo promovió. Y es también deformante de la publicidad porque, debo informarle, señora, que su ejemplo cunde: programas de radio y de TV con audiencias no muy grandes vienen quejándose de que anunciantes que antes tenían bien clara la “separación de Iglesia y Estado”, es decir que poner publicidad no les daba derecho a solicitar no ser criticados si eran sujeto noticioso de algún hecho negativo, han cambiado y ahora amenazan abiertamente con retirar la publicidad si sus empresas son criticadas. Eso no se animan a hacer con medios más importantes, pero el flagelo superó una frontera.

El problema es cualitativo y cuantitativo. Siempre hubo departamentos de relaciones públicas en las empresas que compraban publicidad con criterios no comerciales, pero el deterioro institucional, que comenzó con Menem, explotó en 2002 y el kirchnerismo elevó y cristalizó, hizo que aquello que antes permitía a un periodista de radio tener su pequeña productora para su programa se convirtiera en empresa, teniendo a Hadad como el precursor más aventajado a la hora de vender silencio y protección en forma de “publicidad que pagás y no aparece”, dicho en sus propias palabras.
No es que usted mienta sobre Bonelli. PERFIL criticó cuestiones relacionadas con la que usted difundió por cadena nacional. Usted mintió sobre su propio Gobierno, al que mostró sólo como víctima de lo que mayoritariamente fue victimario.

No olvide que los últimos cuatro años de YPF, donde se gastaron esos 11 millones de pesos por año en periodistas y medios de forma tan irregular, a los que usted se refirió, coinciden con el desembarco del management nacional y la retirada de la dirección de YPF de los principales ejecutivos españoles. Es en 2008 que ingresa Eskenazi de la mano del propio Gobierno.

La buena memoria es a veces un obstáculo para la política.

La Ciudad le contesta a Nación


Otra hipocresía más de este gobierno ladri progresista. La cuestión de fondo: utilizar dineros públicos para atacar a un gobierno con más del 60% de votos y con mentiras constantes.

sábado, 11 de agosto de 2012

Los asesinatos de ellos prescriben, los de los otros son lesa humanidad

El juez federal Ariel Lijo no quería problemas con una causa 'envenenada': varios de los potenciales acusados se encuentran con vida y en libertad, algunos con cierta influencia en la Administración del Estado, según se dice. Por lo tanto Lijo decidió que el asesinato de José Ignacio Rucci, ocurrido el 25/09/1973, no es un delito de lesa humanidad, por lo cual la causa debe considerarse prescripta. El homicidio "obedeció a razones políticas" en el marco de "un ataque a la burocracia sindical", y fue perpetrado por la por entonces organización político-militar Montoneros, hoy tan reivindicada por el kirchnerismo cristinista. Pero consideró que no está probado que hubo participación estatal, por lo cual no es "terrorismo de Estado", y entonces no es un caso de "lesa humanidad" y no se le aplica la cláusula de imprescriptibilidad.

 Juan Bautista Yofre, en su libro Nadie Fue, escribe sobre el atentado de Rucci:
 "(...) 25 de septiembre de 1973. Asesinato del secretario general de la CGT, José Rucci. Su carrera gremial se desarrolló dentro de la UOM. Le tocó presidir el retorno de  Perón a la Argentina, el 17 de noviembre de 1972. A diferencia de Vandor, Rucci nunca tuvo un gesto de independencia frente a las directivas de Perón. Apoyó la candidatura de Héctor J. Cámpora a la presidencia en marzo de 1973. Cuando la gestión de Cámpora se hizo ingobernable – con el pleno respaldo del sector peronista de izquierda – Rucci pronunció una de sus frases más postreras. Se presentó en la sala de prensa de la Casa Rosada y dijo: “Se terminó la joda”. Horas más tarde, Cámpora renunció. Nunca fue perdonado. Su asesinato llevó el nombre “Operativo Traviata” (por el anuncio de las galletitas Terrabussi de “los agujeritos”). Intervinieron en el atentado, con la conformidad de la conducción de Montoneros, entre otros, Horacio Mendizábal, Roberto Cirilo Perdía, Norberto Habberger, Francisco Urondo, Juan Julio Roqué, Julio César Urien y Lidia Mazzaferro. Las tareas de “inteligencia” les demandó unos cuatro meses de relevamientos, a las órdenes de Antonio “Nelson” Latorre o “Pelado Diego”, Miguel Ángel Castiglia y Rodolfo Walsh (“Esteban” o “Doctor Neurus”). El asesinato de Rucci se realizó dos días más tarde de la elección que llevó a Juan Domingo Perón a la presidencia de la nación por tercera vez. Cuando se enteró se lo vio conmovido. Dijo: “Me cortaron las piernas”. Años más tarde, el diputado nacional Miguel Bonasso , reconoció que el asesinato de José Ignacio Rucci había constituido un error de su organización.  

Mientras tanto la editorial de La Nación de hoy, con el título "Los crímenes montoneros, impunes"señala: La Corte Suprema de Justicia acaba de sobreseer definitivamente a un grupo de ex montoneros que incluye a Mario Firmenich y a Horacio Verbitsky, por la grave responsabilidad que pudo haberles correspondido en el sanguinario atentado perpetrado en el comedor del edificio de la Policía Federal, en 1976.

Hace pocas horas, también el juez federal Ariel Lijo resolvió que el asesinato del gremialista José Ignacio Rucci, llevado a cabo por miembros de Montoneros en 1973, en pleno gobierno de Juan Domingo Perón, no constituyó un delito de lesa humanidad y dispuso el archivo de la causa.
En el atentado ocurrido en 1976 fueron asesinadas 23 personas y un centenar de hombres y mujeres que allí estaban circunstancialmente resultaron heridos, en muchos casos de gravedad.

Sin considerar que era necesario motivar exhaustivamente una decisión tan trascendental como la de ratificar los fallos de las instancias previas -los de la jueza María Servini de Cubría, la Sala Primera de la Cámara Federal y de la Sala Primera de la Cámara de Casación-, que calificaron los delitos cometidos por la subversión en la década del 70 como delitos "comunes", por oposición a los "crímenes de guerra" cometidos en un conflicto armado interno, la Corte, con el voto de apenas cuatro de sus ministros (que no incluyeron ni al doctor Carlos Fayt ni a la doctora Carmen Argibay Molina, quien tiene la más amplia experiencia en el derecho penal internacional entre todos los ministros de la Corte) el tribunal confirmó lo resuelto previamente en el expediente, declarando prescripto al crimen investigado. Como si en los 70 apenas hubieran sucedido algunos disturbios o desórdenes esporádicos, sin la intensidad requerida para calificarlos de conflicto armado interno, expresamente regulado por las Convenciones de Ginebra de 1949, que son derecho interno en la Argentina desde 1957.

De esta manera, el máximo tribunal evitó pronunciarse explícitamente -aunque sólo para el caso particular recientemente resuelto- sobre la existencia o no de un conflicto armado interno en nuestro país, confiriendo a los terroristas de los 70 un rincón de impunidad.

El resto puede leerlo aquí.

Queda demostrado una vez más, la existencia de los Derechos Humanos tuertos conducida por este gobierno y apoyada por la justicia K.

viernes, 10 de agosto de 2012

Otra vez es ayer

Esta columna de Martín Lousteau (La Nación) resume casi todo lo que vengo publicando en estos últimos tiempos. Evidentemente el ex Ministro de Economía estuvo leyendo a este Escriba ¿o qué otra explicación hay?

Si ponemos una rana en una olla hirviente, inmediatamente intenta salir. Pero si ponemos la rana en agua a temperatura ambiente, y no la asustamos, se queda tranquila. Cuando la temperatura se eleva...a 26 grados...incluso parece pasarla bien. A medida que la temperatura aumenta, la rana está cada vez más aturdida...se queda ahí y hierve. Su aparato interno para detectar amenazas...está preparado para cambios repentinos en el medio ambiente, no para cambios lentos y graduales. Peter Senge, "La Quinta Disciplina" 

La Presidenta suele recordar que el tiempo de las dos administraciones K ya completas se corresponde con el período de mayor crecimiento que la economía argentina ha registrado en los últimos doscientos años. Los datos disponibles, que parten de 1885, muestran algo parecido: 2003-2011 se lleva un impresionante tercer puesto. Con tan exitoso desempeño económico cuesta realmente comprender por qué siguen ocurriendo ciertas cosas en nuestro país, a punto tal que las vamos aceptando como naturales.

La inseguridad dista de mejorar, y transitar ciertas zonas es una travesía llena de acechanzas, digna de Ulises y La Odisea. Pero mientras el héroe heleno debió enfrentar al cíclope Polifemo, la hechicera Circe, las Arpías y las Sirenas en un periplo que duró diez años, muchos argentinos se ven obligados a lidiar con el temor a ser víctimas de un hecho violento casi diariamente.

Con tan exitoso desempeño económico cuesta realmente comprender por qué siguen ocurriendo ciertas cosas en nuestro país

Los trenes descarrilan o tienen accidentes de una manera pavorosamente habitual, en un año en el cual una tragedia ferroviaria se cobró 51 víctimas mortales. La indignación por esas irreparables pérdidas ha pasado a un segundo plano frente a la que genera la imposibilidad de adquirir dólares, lo cual es una patética manifestación de nuestros valores como sociedad. No se trata de defender los controles, que son torpes, innecesarios y han agravado las dificultades en las que estaba entrando la economía. Pero llama la atención que se proteste más porque el banco no nos vende un billete de otro país que por las condiciones del transporte público -y el peligroso estado de muchísimas rutas- que utilizan diariamente millones de argentinos.

Una década después del colapso de la convertibilidad, los piquetes siguen siendo el método de protesta. Viejos conflictos, como el de Kraft, permanecen sin solución y resurgen. Hasta los alumnos más privilegiados de la Argentina, pertenecientes a los dos secundarios estatales y gratuitos de mayor prestigio, toman los colegios y suspenden las clases por problemas de índole menor. Nos hemos ido transformando en una sociedad que reniega del diálogo como instancia para resolver conflictos, y que rechaza cualquier tipo de autoridad.

La Capital Federal no tuvo servicio de subterráneos durante toda la semana, lo cual provoca incomodidades, retrasos y colapsos en la circulación de la ciudad con mayor actividad de todo el país. Mientras tanto, los gobiernos nacional y porteño solamente atinan a deslindar sus respectivas responsabilidades. También los hospitales de la CABA pararon por la falta de seguridad, que también puede considerarse como un resultado más de la misma pugna. Los conflictos con las jurisdicciones subnacionales no terminan allí: las tres principales provincias, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, están padeciendo -y las últimas dos reclamando en la Corte Suprema- el retaceo de fondos que les corresponden.


En estos días el Congreso está ocupado por dos temas centrales. El primero es la reasignación de depósitos judiciales que hoy se efectúan en el Banco Ciudad y que recibió media sanción. Más allá de la discutible cuestión de fondo, la misma fue lograda por el oficialismo de manera irregular, en franco desprecio por lo que establece el reglamento de la Cámara.

El segundo es la expropiación de Ciccone. A estas alturas, se trata ya de una zaga surrealista. La sesión será presidida por el vicepresidente, sospechado de estar estrechamente vinculado a los accionistas de la empresa, y de haberla favorecido de manera extraordinaria desde su anterior cargo. Aún con este marco general, a los que deben sumarse los antecedentes de la firma (que incluyen cheques mellizos, bonos apócrifos y billetes duplicados), el Estado nacional procedió a su contratación por un monto millonario. Para tomar esa decisión no le importó que, a pesar de los reclamos de la Justicia, sus accionistas no procedieran a identificarse. Serán los mismos dueños anónimos a los que -de una u otra manera- ahora compensará. Y encima antes tuvieron tiempo de hacer al menos una serie de billetes con defectos tan severos que la gente piensa que son falsos.


La Presidenta, en una degradación de su investidura, puede emular un remate televisivo de productos en Angola,llamar "pelado ese" a un ministro de otro país o sostener que la mayoría de los europeos son xenófobos. Y todo sin que ello nos llame la atención o nos sonroje como argentinos. Además, brindamos lecciones de economía a los países desarrollados, cerrando los ojos ante nuestro inaceptable nivel de pobreza, el estancamiento de la actividad o el hecho de padecer la inflación más elevada del mundo.

El respeto de las normas más básicas parece haber devenido una cuestión irrelevante. Quizás por ello es que una consigna como "Vamos por todo" termina sonando habitual o aceptable. O que se esté sugiriendo la necesidad de una nueva reforma de la Constitución Nacional cuando todo lo antedicho demuestra que no hemos aprendido a cumplir con la que hoy tenemos. Es que en la Argentina, como en aquella brillante comedia con Bill Murray llamada "Hechizo del Tiempo", nos despertamos cada día para descubrir que otra vez es ayer. Aunque la temperatura del agua haya inadvertidamente subido unas décimas.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Un negativo optimismo

 A veces me levanto pensando que nuevas estupideces va a decir nuestra reina, por cadena nacional, mientras el país con la gente que realmente trabaja, se va hundiendo lentamente en una ciénaga.

Uno ve los resumenes de sus largos monólogos por TV y se imagina estar en una cancha de fútbol durante el entretiempo. ¿Qué le pasa a esta mujer? ¿Conoce realmente la situación que la rodea? ¿La chabacanería pasó a ser el idioma oficial?

¡Es nuestra Presidente! ¡Representa a nuestro país! ¡Cuándo lo vamos a entender!

Es lamentable lo que tenemos que soportar. Con los problemas de inflación; inseguridad; salud; educación y ahora la parálisis económica, a Ud. le parece que a la gente como nosotros, ¿nos interesa un nuevo billete con la imagen de Evita? ¿Qué se estatice Ciccone o los pueblos originarios? ¿Qué le saquen los depóstios al Banco Ciudad? El abismo entre las necesidades que tenemos y lo que hace el gobierno se agranda cada vez más.

No quiero volver a décadas pasadas, en donde la inflación se comía los salarios en menos de 15 días y todo el mundo buscaba como proteger lo poco que tenía, corriendo de un lado a otro. No quiero volver al caos. Quiero que mis hijos tengan una mejor vida y oportunidad.

Me da mucha lástima que destruyan a una sociedad por un mero capricho personal. No les importa la gente que los votó. Todo es un gran negociado e hipocrecía. Como los Derechos Humanos tuertos.
Ya lo escribí y volveré a hacerlo, nuestra libertad como ciudadanos se va achicando a pasos agigantados. Nos sorprendía lo que sucede en Venezuela, pero ya lo tenemos aquí.

Me asusta la mansedumbre generalizada de la oposición política y de los jueces. La República está desapareciendo, la Democracia es una mímica de sí misma.

A pesar de todo, quiero se optimista. Este año será malo. El que viene tendrá que ser mucho mejor, porque estarán las elecciones. Al igual que a las focas en el circo, seguiremos comiendo pescado después de hacer nuestro trabajo: ir a las urnas.

La dueña del circo y sus payasos, mientras tanto, continuarán con sus negocios.