La verdad es que el tiempo pasa tan rápido, que cuando queremos darnos cuenta, hay que cambiar el almanaque que está colgado en la heladera. ¡Ni hablar del dichoso arbolito! Mi reflexión del tiempo -que seguramente a Einstein le causaría espanto- se debe a que, leyendo las actuales noticias sobre el corte del puente de Gualeguaychú, tomo conciencia que ya pasaron dos años de ininterrumpidas estupideces; ruptura de relaciones con Uruguay; declamaciones y discursos demagógicos; pérdida de fuentes de trabajo; molestias varias a los que quieren cruzar el río; imagen internacional de cuarta; papelón con el Rey y siguen las firmas.¡Dos años!
Ahora resulta que cortar el puente no es negocio para nadie y que hay que levantarlo. El premio mayor se lo lleva
Anibal quién afirmó hoy que "el gobierno nunca estuvo de acuerdo con el corte".
Entonces, si nunca estuvo de acuerdo, ¿porqué no tomó las medidas correspondientes para dejar libre circulación?
El Reino del Revés. El Reino K.
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