domingo, 4 de enero de 2009

El Estado, soy yo

"La designación de Echegaray ha sido directamente una provocación al sistema político, que Kirchner no debió hacerla ni en sus épocas de gloria. Mucho menos debió cometerla cuando camina por el sendero inclinado que desciende ya de la cima. Todo se puede hacer en un arrebato de poder, pero algo es inevitable: ningún sistema político de la democracia se pudo asentar nunca sólo en la información, en el desquite y en el rencor"
La capacidad de asombro es inagotable, sobre todo siendo argentino y viviendo en este hermoso país, gobernado por un grupito muy reducido -los dedos de una mano sobran para contarlos- de personajes que se creen que tienen "la verdad" de la vida y que aún se encuentran en la década de los ´50 y ´70 (dependiendo que área toquen)
Es evidente que don K sigue redoblando apuestas, que como vemos, cada vez son más altas. Algún día tendrá que pagarlas. Mientras tanto, la impunidad de manejo que tiene en un sistema democrático ya es alarmante y lo que es peor, ningún Poder del Estado se mueve.

¿Hasta cuándo?

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