miércoles, 3 de diciembre de 2008

Cuando las traiciones vienen marchando

"Analistas desorientados de Buenos Aires interpretan la contundente victoria de Zamora como un triunfo oxigenante para el kirchnerismo. Lo demuestra la sonrisa diáfana del desperdiciado ministro Randazzo, que vino a fotografiarse. Debiera registrarse, tal vez, esta elección, como el preludio de dos traiciones inexorablemente recíprocas. Porque Zamora le tomó el dinero, que es el máximo capital moral de Kirchner. Pero de ningún modo le aceptó llevar, por ejemplo, un vicegobernador, que le respondiera a Kirchner. Por lo tanto Zamora se prepara, sigilosamente, según nuestras fuentes, para volver a ser otro radical sin aditamentos. Desprenderse paulatinamente del Kash, con cuatro años asegurados en el bolso."

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