viernes, 26 de marzo de 2010

Seguimos con la balanza inclinada a la izquierda


Según un comunicado de prensa emitido por el Ministerio de Defensa "La ministra de Defensa, Nilda Garré, encabezará el lunes próximo a las 15 en la Plaza de Armas del Edificio Libertador, sede de su cartera, un acto de homenaje a los soldados conscriptos victimas de desaparición forzada de personas durante el cumplimiento del servicio militar obligatorio entre 1975 y 1983."

Estos simples cuatro renglones dicen mucho más que la mera información. Veamos algunos comentarios, desarrollados sin orden:

- ¿Y el homenaje para aquellos conscriptos que fueron asesinados por la guerrilla, por el simple hecho de vestir un uniforme? Recordemos el ataque al Regimiento de Formosa, por ejemplo en donde a muchos soldados los mataron mientras dormían la siesta.

- Figura como fecha 1975 y 1983. Están reconociendo en forma oficial, que hubo desaparecidos en un gobierno democrático.

- Seguimos con la mirada tuerta del pasado y homenajeando a aquellos que no lo merecen.

Algún día, volveremos a la normalidad

1 comentario:

Anónimo dijo...

Opino que se prefiere homenajear a los soldados desaparecidos de la mano de la dictadura - homenaje merecido sin duda alguna - porque al ser menos, la ceremonia saldrá más barata. De todos modos, un homenaje que realice Nilda Garré, figura discutible si las hay, creo que haría que los que dieron la vida a manos de los criminales "progres" se revolverían en sus sepulcros al saberse honrados por semejante personaje. Como decía la canción, "si la historia la escriben los que ganan, entonces quiere decir que hay otra historia" a la que habría que hacerle algún pequeño cambio. Y no me vengan a decir que estoy a favor de la dictadura, porque no es cierto. Una justicia totalmente parcial no es justicia: Si hubo muertes injustas, las hubo de los dos lados, y si además del presidente de facto, los que lo rodean también son tuertos, que no vengan a hablar de reparaciones históricas, porque están mintiendo descaradamente, con o sin pañuelos blancos en la cabeza. Vayan a contarle a un padre que haya perdido un hijo en La Tablada, en Formosa o en Azul, que su crío murió al pedo, porque no se merece ni siquiera el recuerdo, a ver cómo los saca.