Hace años que circulo por la avenida Entre Ríos y su continuación, Callao.
Cruzando la calle Irigoyen, justo en el segundo carril, esquina del Congreso, hay una tapa de algún servicio, cuyos bordes lindantes con el asfalto, estaban rotos. El desprevenido conductor, debía optar por pasar por encima del bache o ligarse un bocinazo y algo más, de algún conductor de los carriles laterales.
Hace dos días, me encontré con la agradable sorpresa que la zona había sido arreglada y que todo se encontraba al mismo nivel. El antiguo pozo había desaparecido. Fuen tanta mi alegría, que casi choco con el que iba delante, porque me quedé mirando por el espejo retrovisor, tamaña obra de ingeniería y desarrollo tecnológico: un poco de cemento.
Debo reconocer que, a pesar del esfuerzo del gobierno de turno, es muy difícil mantener las calles libres de baches. Le explico dos ejemplos. Hace tres años aproximadamente, asfaltaron la calle Moreno desde Lima hasta Entre Ríos. Quedó como una mesa de billar. A los pocos meses, Aguas Argentinas, Gas o no se que servicio, hicieron varios agujeros en dos cuadras. Luego de reparar la avería taparon con tierra y semanas después con asfalto. Pasaron otros meses y esos arreglos no funcionaron y la calle se hundió. Nuevas reparaciones, nuevo asfalto y nuevos pozos.
Lo que en su momento fue un excelente trabajo, se convirtió en una pista de obstáculos.
Lo mismo sucedió con la calle Uruguay y San José, desde Corrientes hasta Independencia. Esta vez, luego de asfaltar todo, Aguas Argentinas se le ocurrió reemplazar un caño gigante, que motivó levantar prácticamente toda la calle. Se arregló otra vez, pero...meses más tarde, en algunos tramos de San José, aparecieron nuevas cuadrillas y nuevos baches.
Hoy todas estas calles presentan parches por todos lados.
Comprendo que, los servicios de esta ciudad son antiquísimos y que requieren reemplazos. ¿No sería conveniente coordinar entre todos los que habitualmente rompen y hacerlo una sola vez, para luego disfrutar del asfalto sano por más tiempo?
Lo mismo sucede en otras arterias y en numerosas cuadras en donde se renovaron las veredas. Da mucha pena observar que el trabajo duró muy poco, porque donde había baldosas nuevas hoy hay canaletas llenas de tierra o cemento que dan aspecto de suciedad y abandono.
Tal vez, algún día, podremos vivir en forma organizada y ahorrar el dinero de los contribuyentes.
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