viernes, 16 de octubre de 2009

La progresía fascista de siempre


La embajadora de los EEUU, Vilma Martinez, recibió uno de los tristes escraches de la izquierda fascista argentina, que le impidió hablar en la Universidad de Mendoza.

Estoy harto de esta manga de estúpidos, que se creen los dueños de todo y de todos y que actúan de la forma más aberrante, que es impedir que los demás hagan algo que ellos creen o les parece incorrecto, se sigan manejando de esta manera y nadie tome cartas en el asunto. Son los que se rasgan las vestiduras pidiendo juicio y castigo -porque ya están condenados de antemano- pero que, cuando alguno de ellos son apresados, se declaran contrarios a la justicia.
Son los mismos que despotrican contra el imperio americano, pero que cuando pueden compran ropa de marca de ese origen, o se visten como ellos. Ni hablar si tienen un mango, porque enseguida cambian pesos por dólares y, si el viejo los lleva, se dan una vueltita por Disneylandia y Miami. Nunca irían a Cuba, Bolivia y Venezuela. Menos ahorrarían en esas monedas.
Los K los alimentaron tanto, durante tanto tiempo, que será muy difícil ponerles el cascabel al gato. Excepto que quiera que lo llamen golpista.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces, holocausto a la izquierda

Pablo dijo...

No, solamente cumplir con las reglas de una civilización moderna, educada y moderna. El orden no es dictadura; las sanciones no son represiones; los que van a la cárcel, no son prisioneros políticos y así podríamos continuar enumerando la dialéctica progre, cuyo principal objetivo es oponerse a todo aquello que no le gusta o esté asociado a los EEUU y sus aliados.