viernes, 23 de octubre de 2009

La mujer del César no solamente tiene que ser honrada, sino parecerlo


Pérsico declaró "Si no fuera mi hijo ya estaría en libertad", sobre la causa que pesa sobre Pablo Pérsivo por trasnportar marihuana en una camioneta del Ministerio de Desarrollo Social y criticó el procedimiento judicial que mantuvo el juez de Garantías Guillermo Atencio y sostuvo que "hay buitres que quieren sacar provecho de eso".

Recalde declaró: “¿Por qué no le preguntan a Ernestina Herrera de Noble de quién son sus hijos?” cansado que lo bombardearan con tantas preguntas sobre el vuelo de la hinchada K.
Ambos y la mayoría de los funcionarios públicos, nacionales, provinciales, municipales o donde estén, tienen que entender que, como su nombre lo indica, son "funcionales" a todos nosotros. Sus cargos están prestados y, en definitiva, son nuestros empleados. Porque el sueldo lo aportamos nosotros con los impuestos.
Algunos, como los mencionados que tienen un perfil alto, son los que más deben cuidarse, porque saben que tienen una lupa gigantesca que actúa como El Gran Hermano. No tienen privacidad y cualquier decisión que implique salir en los diarios, sección policial, es sinónimo de una fosa política o una tarjeta amarilla por no decir una palabrota.
De allí mi título.
Pero es pedirle peras al olmo. La administración K, como ya lo mencioné en más de una oportunidad se rasgaba las vestiduras por la corrupción menemista. Pero el riojano, comparado con el tuerto patagónico parace Walt Disney. Las desprolijidades de los kirchneristas es tan grande, que uno se pregunta si lo hacen porque son estúpidos o están tan cebados que todo le chupa un Maradona. Siempre me incliné por la segunda opción.
Pero no se preocupe. Llegó el fin de semana que tapa todo con un manto de asado, deportes y el clásico, que tapará de noticias. El lunes será otro día. Para empezar el régimen postergado y aguardar que otras sorpresas nos depararán estos impresantables funcionarios.

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