Como era de suponer, el fallo de la Cámara Nacional Electoral, dio vía libre a lo que consideré y sigo considerando un fraude. Además de continuar deteriorando la calidad institucional de un país.
Una sociedad, se la puede analizar por las pequeñas cosas de la vida diaria. Ya lo expuse en algún post anterior y lo repito. Cuando viajo a un lugar nuevo, lo primero que observo es el tránsito y el trato de la gente entre los con nacionales y los extranjeros. También miro la limpieza de las calles, el orden, las paredes pintadas o enchastradas, etc. Es, digamos, la vidriera del negocio pero que en este caso, no puede acomodarse en función de la estación del año o de las grandes ofertas. Es lo que hay y existe.
Hay otras cosas que uno puede apreciar de lejos, a través de las noticias o hechos que se destacan a nivel mundial. Por ejemplo, la renuncia de la ministra del Interior británica al destaparse que su marido utilizó fondos públicos para comprar videos porno. Hubo casos históricos en todo el planeta civilizado y del primer orden, en donde aquellos funcionarios que usaron vehículos o aviones del estado para beneficio personal, también terminaron eyectados. No hablemos del extremo japonés del que se hizo el hara kiri.
No es algo privativo de este país que los funcionarios hagan uso y abuso del Estado para lucrar a favor de sus propios intereses. Lo que sucede es que en los países serios todo tiene un límite y el que cruce ese límite sabe que estará, tarde o temprano, en el horno. Jim Johnson, que fuera asesor de Obama, renunció cuando descubrieron que estaba involucrado en un escándalo inmobiliario. ¡Y no era un perejil!
¿Se acuerda que el mismo Obama tuvo que jurar dos veces su cargo porque había omitido una palabra? ¿Se imagina eso aquí? Sin embargo, parlamentarios del PRO en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, votaron electronicamente por sus camaradas ausentes, visto en TV y solamente hubo una reprimenda.
En Argentina (y no digo Kircherlandia, porque este problema no es de hoy) todo es igual o da lo mismo. Veamos por ejemplo el tema de las valijas de Antonini Wilson. No pasó nada. ¿Skanska?¿Los sobre precios de la obra pública en Santa Cruz? ¿Southern Winds y la otra empresa fantasma petrolera? ¿Los diputados tránsfugas? Funcionarios con más de una denuncia penal, que siguen en el gobierno. El uso de "Mancuso" Scioli de la infraestuctura aérea de la provincia para hacer campaña (claro que, la excusa es que entrega subsidios). La lista es grande.
Entonces, mi estimado lector, ¿podemos sorprendernos que la justicia -siempre leal al gobernante de turno- emita un fallo de estas características? No. Porque a partir de ahora, todos los que se postulen a un cargo, podrán hacerlo sin tener que honrar el compromiso con sus votantes. Y éstos, nunca sabrán si la persona a la cual votan, asumirá o no su cargo.
Estas pequeñas e insignificantes -para muchos- negativas actitudes, son las que carcomen los cimientos de una sociedad. La línea que separa una República de una Republiqueta es cada vez más fina, que algún día tendremos al personaje creado por Olmedo, el Dictador de Costa Pobre, sentado en el sillón de Rivadavia. Eso si, seguiremos hechando la culpa de nuestros males al Imperio yanqui, a los oligarcas y los empresarios apátridas.
¡Un médico por aquí!
4 comentarios:
No me arruine la cena, Pablo. Hoy no escuché la radio, puse música. Ni prendí la tele. Lo único que hice fue ver en qué andaba el avión de Lost.
¿De qué justicia me habla? De la Justicia, con mayúsculas, seguro que no. Si esto es una joda...
¿No sabía, usted, a esta altura de la historia que la culpa es del Imperio yanqui? Pero no se preocupe, cuando llegue el Imperio chino... ahí te la quiero ver.
Saludos.
De postre: Mantecol!! El mejor remedio contra las violaciones estatales.
¡Jamás vamos a ver un hara kiri en este país! ¡Es deprimente, Pablo!
Éstos... hara kiri? Más bien se hacen un ikebana!
No será original lo que le voy a decir, pero no por ello menos real: Repase la letra de "Cambalache" y verá las pinceladas del cuadro que Usted refiere.
Y eso que se escribió en 1934!
Natalia, el Mantecol es peligroso para la salud, pero estos políticos son peligrosos para la vida.
Maese, lo que pasa es que si todos los culpables se hicieran un harakiri, tendríamos una tasa de nacimientos negativa (los cementerios colapsados y el Diablo nos estaría demandando por falta de espacio)
Fiura, me gustó lo de la ikebana, quizá deberíamos probar con un cactus en el tujen. Te imaginás, andar toda la vida de parado...
Publicar un comentario