Hace exactamente 27 años nos preparábamos para llevar al grupo comando que desembarcaría en Puerto Enriqueta, una caleta ubicada al sur de Puerto Argentino. Dentro de ese grupo, estaba el Capitán Giachino, único oficial fallecido en toda la operación de desembarco, denominada Operación Rosario.
Fue un hecho histórico que, como directos protagonistas, nunca tomamos dimensión de lo que era, hasta bastante tiempo después.
Al día siguiente, luego de más de 24 hs de plena tensión, el 2 de abril, mientras se estaba negociando la rendición del Gobernador malvinense, recibíamos los titulares de los principales diarios capitalinos que reflejaban la reconquista de las Islas Malvinas. Pero todavía eso no se había logrado.
Esta fue la única operación que se planificó y se practicó durante todo el conflicto. De allí el éxito de su objetivo final y sin causar bajas a los británicos como había sido la órden. Ni siquiera un rasguño. El resto de la historia, fue una continua sucesión de errores e improvisaciones que, sin embargo, no empañaron el coraje y valentía de muchos de los que allí pelearon y murieron.
Mi homenaje a los verdaderos soldados, sin distinción de jerarquías, que dejaron su vida y a los que regresaron, con la frente alta de haber cumplido su deber.
Mi repudio a todos aquellos que utilizan este conflicto desde el punto de vista político, denunciando hechos que no existieron.
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