miércoles, 27 de enero de 2010
Sin gloria
Zelaya, finalmente, se fue de Honduras y terminó en Santo Domingo. Y, como era de esperar, salió sin gloria y mucha pena.
¿Dónde están ahora todos los gobiernos latinoamericanos que, con bombos y platillos, amenazaron con dejar aislado a Honduras, si no volvía Zelaya al gobierno?
Una vez más, triunfó la racionalidad y no las declamaciones de barricada progresistas que solamente apelan a idealismos de juventud. Lo lamento por Brasil, cuya estrategia salió mal. Quizás Lula pensaba que podía capitalizar esta crisis, para fortalecer a su país dentro de la geopolítica latinoamericana, pero no pudo con los EEUU, que a pesar de todos sus problemas, sigue teniendo un peso más que importante.
¿Y Chavez? Dejó a su experimento librado a su propia suerte. Lo usó y como vio que no iba a progresar, le soltó la mano. ¡Lindo ejemplo para sus socios actuales y futuros!
¿Ud. se dio cuenta que, a medida que iba pasando el tiempo y luego de figurar durante algunos días, los problemas de comida y agua que tenía el sacado presiente en la embajada brasilera, el tema desapareció de las noticias? El zurdaje nacional, ni siguiera hizo una movilización. O asumieron que estaba todo perdido o se dedicaron a temas más redituables.
Los medios en general, tampoco se dedicaron más a Honduras. Como la cosa se estaba ordenando y no había más problemas, dejaba de ser noticia.
Bien por el pueblo y las Instituciones de Honduras. Demostraron ser más serios y responsables que muchos de sus vecinos y autotitulados "líderes"
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