De las pocas noticias que aparecen en un día feriado y casi paralizado por ser 1° de mayo, sobresale la que dice que en Cuba deberán despedir a un millón de empleados estatales, porque no alcanza el dinero para pagar sueldos.
Estamos hablando de un salario mensual equivalente a 15 euros y no es un error de tipeo. Repito ¡quince euros por mes!
De los 4,9 millones de personas que trabajan -sobre una población de 11,5, estimada en 2008- un poco más de 4 millones forman parte de la plantilla estatal. El problema que tiene don Raúl - que es Castro y no Alfonsín- es donde acomodarlos.
En una de mis visitas a la isla por razones laborales, tuve la oportunidad de hacer una pequeña city tour en mi tiempo libre. En esa recorrida terminé en una planta de producción de ron de una conocida marca. Las instalaciones se caían a pedazos, pero seguían produciendo. Al finalizar la recorrida el guía, nos llevó a una amplia sala en donde se exponían los productos de la empresa.
Me llamó la atención que en uno de los escaparates de exposición había ron de otra marca, que era la competencia. Sorprendido, le pregunté al guía porqué hacían eso. Me respondió con una sonrisa burlona y con tonada cubana: "pues compañero, todas las empresas son del mismo dueño: ¡el Estado cubano!"
Mi formación capitalista no encajaba dentro de la visión revolucionaria y socialista de ese país.
Y así es todo. El problema principal que creo tendrán los cubanos, el día que la revolución desaparezca es volver a retomar el concepto del trabajo, la productividad y la competencia.
El ejemplo claro apareció en un documental que se hizo hace algunos años, sobre la vida de algunos balseros que escaparon de la isla cuando Fidel les abrió las puertas. Filmaron la vida de estos cinco personajes y parejas cuando preparaban la huída y su llegada a Miami. También que había sido de sus vidas algunos meses más tarde.
Excepto uno, que se adaptó al trabajo el resto terminó muy mal. Una de las mujeres se quejaba porque tenía que pagar impuestos y los servicios -cosa que en Cuba no sucede- y que no disponía de tiempo para ir a bailar como lo hacía todos los días en la isla.
Si a la ex URSS le costó muchos años reponerse, no quiero pensar lo que será en Cuba, el nuevo cambio de mentalidad y vida.
Muy triste panorama. La Revolución lo hizo.
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