martes, 22 de septiembre de 2009

Defendiendo lo indefendible


La Dra. Hilda Molina, publicó en su blog un post dedicado a aquellos que la insultaron cuando señaló los problemas que tiene la isla. Lo irónico del caso, es que gente que nunca viajó a Cuba y que solamente habla por lo que le dijeron, la acusa de mentirosa.

El día que la isla-cárcel se abra al mundo y se pueda mostrar la realidad, ninguno de los que hoy defienden la dictadura izquierdosa del Coma Andante van a abrir la boca. Lo mismo que sucedió cuando cayó el muro de Berlín o desapareció la URSS, que tanto apoyaban.

La Revolución cubana dejó de ser una revolución idealista y simpática hace años. Se trata hoy de la supervivencia de una Nación. Del atraso y postergación de generaciones enteras que no conocen otra cosa que la libreta de racionamiento, la mordaza a sus expresiones y la falta de libertad absoluta.

Lo dice una persona que abrazó los ideales de esta revolución desde la primera hora y que sacrificó su vida por defenderla, hasta que comprendió que el camino elegido los llevaba al precipicio. Estuve varias veces allí por razones laborales y puedo confirmar que no es un paraíso de vida; es más, ninguno de los que defienden la política castrista aceptaría vivir en esas condiciones.

Haga Patria, ¡cómprele a un progre argentino, un ticket de avión de ida a Cuba!

3 comentarios:

Luiso dijo...

Atrapante su blog, estimado... pasaré de vez en cuando.
Saludos

Pablo dijo...

Sos bienvenido siempre.
Gracias

Ceo dijo...

Yo también en mi juventud me identifiqué con esa revolución y consumía literatura que la apoyaba, pero cuando un escritor como Cabrera Infante, Reinaldo Arenas y otros empezaron a decir cual era la realidad, la idea fue cambiando.
Hoy, con 50 años de ocupación de un poder hegemónico por parte de un paranoico, no entra en el sentido común de nadie esta absurda situación, salvo en los idiotas genéticos.