No hay palabra nueva que pueda describir el reciente anuncio del INDEK respecto a los porcentajes de pobreza e indigencia.
La verdad es que no le encuentro sentido a este atentado a nuestra inteligencia. La impunidad y desfachatez con que este organismo -intervenido por Moreno- actúa, hace parecer a la propaganda stalinista o nazi, como DisneyChanel.
Basta recorrer las calles de la C.A. de Buenos Aires o algunos lugares no muy alejados de la General Paz, para darnos cuenta que la realidad es otra. ¿Se trata de tapar el problema, solamente o hay algún otro objetivo?
Es evidente que pese a la propaganda de la famosa distribución de la riqueza, el matrimonio K, con todo el superávit obtenido no pudo bajar los índices de la marginación, porque dilapidaron los fondos en subsidiar a los más ricos, o mejor dicho, a subsidiar los servicios públicos y naftas. Franja, en donde los más pobres del país no tienen acceso, porque su objetivo principal es lograr tener un poco de comida para alimentarse.
Tal vez sea la solución más rápida que encontró el gobierno para solucionar el problema ¿Qué problema? Si la pobreza no existe o está disminuyendo año a año. ¿Qué vamos a solucionar si no hay nada que arreglar?
Vergüenza, sorpresa, hartazgo, incredulidad, bronca, asombro y sigue la lista. Todas expresiones válidas que definen esta declaración inmoral del INDEK. Solo espero que la historia le caiga como una guillotina a todos los responsables de semejantes barbaridades. Porque mientras perdemos el tiempo en estos estúpidos anuncios, hay gente que la está pasando mal. Muy mal.
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