De las toneladas de noticias que vienen de Sudáfrica, hubo una que ya casi nadie recuerda, que fue la visita de Carlotto al búnker argentino.
Que vayan ex futbolistas o personas asociadas al deporte, no es novedad. Pero, desde el punto de vista político, fue la única que dio señales de vida. Escarbando un poco más, nos encontramos con la sorpresa que dicha presencia, diría mejor, prensa, tenía como motivo, promocionar la candidatura al Premio Nobel de la Paz de las Abuelas, organismo que ella preside a pesar de no haber sido abuela.
Hoy en La Nación, la principal editorial trata este tema que, como siempre sucede cuando se analizan los tristes sucesos de la década de los ´70, se pone en evidencia que la Historia Oficial poco tiene que ver con la realidad que nos tocó vivir.
Vale la pena su lectura. En muy pocas palabras describe lo que muy pocos medios se atreven a publicar y menos, a reiterar, como lo viene haciendo La Nación, desde hace años. Un poco de aire fresco entre tanta podredumbre.
Mi pequeña contribución es difundir estas ideas para que, al menos, aquellos que no fueron protagonistas de esos sucesos, tengan algo diferente para leer, pensar y discutir.
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