Como ya es tradición en nuestra historia numismática, salieron a la calle la nueva serie de monedas conmemorativas del Bicentenario de la Revolución de Mayo.
Nuestra reina se encargó en su momento en dar la noticia que en general pasó desapercibida, excepto para los varios coleccionistas de monedas, como este Escriba, quienes nos pasamos varios días aguardando que se diera la autorización para tener acceso a ellas.
Me llamó la atención el diseño, porque en lugar de tener alguna alegoría a la Revolución de Mayo, todas tenían en su anverso, temas relacionados a lugares turísticos. ¡Ni siquiera el cabildo figuró en esta serie!
Si me pregunta, le responderé: "¡un disparate, marca K!
Pero, asumiendo que estoy muy equivocado y que las imágenes de zonas turísticas son las adecuadas para ilustrar la conmemoración de esta fiesta nacional, ¿no habría que haber incorporado las Cataratas del Iguazú? o quizá, para demostrar una celebración más federativa y nacional, ¿no hubiera sido interesante emitir una moneda de cada provincia? ¿El Obelisco no es un símbolo representativo de nuestro país?
En fin. Tal vez Ud. me diga que siempre me quejo. Puede ser. Pero más allá de las excelentes tallas de las monedas, hasta ahora, no encontré a nadie del gremio numismático conforme con esta edición, como así tampoco, quien pudiera explicar el olvido a los revolucionarios de mayo o su símbolo principal: el Cabildo.
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