Sin lugar a dudas, es un genio. Lamentablemente usa su genialidad para el mal. Ningún analista político de los que usan chapa, lo previó. Tampoco los humildes en los blogs. La jugada dejó paralizadas a la oposición. Ya adivinó, estoy hablando sobre el adelanto de las elecciones.
Pasado el estupor inicial, algunas cosas para reflexionar. Leyendo varios artículos, creo que, este de Roa, sintetiza muy bien todo:
"¿Por qué adelantan tanto las elecciones? ¿Tienen miedo de perder? ¿Dónde está la calidad institucional?". Si alguien cree que esto lo dijo ahora algún dirigente opositor, frío, frío. Son palabras del propio Néstor Kirchner hace unos días, apuntándole a Catamarca. Ayer el mismo Kirchner aplaudió a la Presidente cuando anunció que anticipará más de tres meses los comicios de octubre. A las palabras se las lleva el viento.Una lectura de sentido común: el Gobierno adelantó la elección porque sintió cerca la derrota si la hacía en octubre. Desde luego, nada le garantiza una victoria en junio pero es evidente que el temor está instalado en Olivos. Con su desafortunada decisión, Macri le permitió al kirchnerismo correr también la fecha sin tener que pagar demasiado costo político. Después de Catamarca, la previsible derrota en la Capital y la eventual en Santa Fe en agosto, habrían tenido una sonoridad insoportable en la larga marcha hacia octubre. Antes de otras caídas por separado, mucho mejor juntar todo. Es una jugada inteligente, que nadie previó y que descoloca a la oposición: contestó a las apuradas y dividida. Obvio: mejora las chances del oficialismo, igual que la posibilidad de frenar fugas en la fuerza propia y, sobre todo, escaparle al fuerte impacto político de la crisis aquí, que la mayoría pronostica para el segundo semestre. La justificación de los Kirchner es que el país no tolera hoy un debate permanente, como si el debate no fuera necesario. Lo que pasa también es que ese debate le pega directo al Gobierno, desde el conflicto con el campo hasta el drama de la inseguridad. La movida lo ayuda pero no lo salva: así sea en junio, el kirchnerismo va a tener que pelear contra su propio lastre.
Creo, con total honestidad, que es la última carta que juega K. Prefiere cantar un vale cuatro con nada y jugarse todo, antes que quedarse de brazos cruzados viendo como se termina de hundir.
Esto también fortalece lo que comentamos con respecto a las contradicciones del matrimonio. Y en este acto hay muchas.
Causan gracia los "voceros" justificando lo injustificable. Ahora los tiempos se acelerarán y todo cambiará. Este país es así, ágil y dinámico para las cosas que no le importan a la gente.
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