La sociedad argentina se caracteriza, entre otras cosas, en que no existen los premios y castigos. Discépolo, en su versión del nuevo himno nacional (como así lo define Marikena Monti) Cambalache ya lo afirmaba y ratificaba.
Pues bien, para aquellos que critican a nuestra presidente, esto ya no va a existir más. ¿Cómo? Se envió al Congreso y proyecto de Ley que castigará a los malos y premiará a los buenos.
¿Qué? ¿Sigue sin entender?
Le explico, esta ley permitirá que aquellos que siempre trabajaron en negro; no declararon sus bienes; están denunciados penalmente por delitos tributarios y hayan cometido cualquier tipo de tropelías relacionadas, queden absueltos de culpa y cargo y puedan seguir viviendo entre nosotros. Mientras tanto, aquellos que cumplieron con su obligación de ciudadano, pagaron sus errores y fueron señalados por la justicia, los van a mirar por TV.
¿Me entendió ahora?... ¿Disculpe?... ¿Qué los premios y castigos están otorgados al revés? ¡Ud. es un disconformista crónico; un golpista; un fascista y alquien que merece nuestro repudio!
Al Capone, seguramente estaría de fiesta
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