El anuncio de los nuevos créditos para construir viviendas, tiene como mérito reconocer la falta de créditos y viviendas que existe, desde hace muchísimos años, en nuestro país.
Esta noticia, que se suma a los otros anuncios de créditos -todos frustrados y que murieron prácticamente al poco de nacer- fue festejada con bombos y platillos por la fauna kirchnerista. Los golpistas y desestabilizadores del gobierno, dijeron que fue una contramedida a los créditos de Macri.
La gran diferencia, más allá que unos son para construir y los otros para comprar, es que la Ciudad utilizará fondos del Banco mientras que nuestra reina se va a financiar con dinero del ANSES. Es decir, con el dinero de los jubilados de mañana. Lo peor de todo, es que pagará una tasa muy inferior a la inflación existente. Es decir, para que quede bien claro: no sólo sacarán dinero, sino que, cuando lo vayan devolviendo, lo harán entregando mucho menos.
Este robo sin control, se suma a todo lo que han sacado de las cajas de jubilación, a través de los anuncios que "son para todos y todas" que suma miles de millones de pesos, que pagarán Dios y los que se jubilen dentro de varios años. Total, todos estos impresentables se habrán muerto o estarán tan viejos que ni se acordarán de lo que hicieron (como si eso les importara mucho, ¿no?)
Sigo sin comprender a los defensores de esta política improvisada, dictatorial y discriminatoria que aplauden todas las medidas, justificando hasta la cuadratura del círculo. ¿Qué es lo que dirán cuando fracase "El Modelo"? Seguramente le echarán la culpa a los grupos económicos y a la derecha gorila.
Algo positivo. La Corte Suprema reacinó rápido y salió a pedir informes: ¿hay plata para ésto, pero no para pagar los juicios?
Estamos bailando en la cubierta del Titanic. Con una diferencia: el vigía está avisando que se viene el iceberg.
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