¡Fuerte ese aplauso! para un maestro
martes, 30 de agosto de 2011
Adiós, Pipo
¡Fuerte ese aplauso! para un maestro
martes, 23 de agosto de 2011
El Gobierno, ante el dilema del dólar y la fuga de capitales
Artículo escrito por Fernando Laborda, en La Nación. Seguramente algunos simpatizantes del gobierno dirán que "La Nación Miente" o que son golpistas o que no aceptan que Cristina haya tenido el 50% o cualquier otro comentario.
Hace años que este tema está puesto en el tapete. Simplemente los K están demorando una muerte anunciada y van a redoblar la apuesta, después de octubre.
No me crea. Preste atención a las medidas económicas que el gobierno tomará. Eso será una señal clara hacia donde iremos.
Cristina Fernández de Kirchner se impuso por una abrumadora ventaja en las primarias abiertas y casi no hay dudas de que su triunfo es un dato irreversible de aquí al 23 de octubre. Sin embargo, las certezas electorales no despejaron las dudas de los mercados y, en la semana posterior a los comicios en los que la Presidenta cosechó más del 50 por ciento de adhesiones, la fuga de capitales no se detuvo.
El Gobierno intenta convencer al mundo de que la Argentina está "blindada" frente a los vaivenes internacionales. También esgrime que la economía exhibe mayor solidez que nunca y que, a diferencia de los Estados Unidos y de buena parte de los países europeos, nuestra deuda pública, en términos de porcentaje del producto bruto, es más que llevadera.
El Gobierno intenta convencer al mundo de que la Argentina está "blindada" frente a los vaivenes internacionales
Desde la Secretaría de Hacienda, se anunció que, a lo largo del primer semestre de este año, el superávit fiscal primario del Estado nacional fue de 1800 millones de pesos mensuales en promedio.
Pero, de acuerdo con un reciente trabajo del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), cuando a ese superávit primario se le resta el pago de intereses de deuda pública, el Estado pasa a tener un déficit mensual de 360 millones de pesos en promedio. Si, adicionalmente, se descuentan las transferencias de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), el desequilibrio aumenta a 1900 millones de pesos mensuales. Y, finalmente, si a ese resultado se le restan las transferencias del Banco Central y de otros organismos, el déficit fiscal llega a un promedio de 2700 millones de pesos por mes.
Estos datos arrojan una proyección de un déficit fiscal acumulado para todo 2011 del orden de los 33 mil millones de pesos. La conclusión es que la aparente solidez fiscal de la que habla el gobierno nacional sólo surge de contabilizar como ingresos normales del Estado los excedentes del sistema provisional y la rentabilidad de sus ahorros, al igual que las reservas del Banco Central.
Un agravante de este cuadro es que la contabilidad estatal no toma en cuenta una serie de pasivos, como los aproximadamente 300 mil juicios previsionales con sentencias firmes, cuya ejecución es demorada por la Anses. Se trata de un número que se incrementará diariamente, dado que se estima que hay unas 470.000 demandas por actualización de haberes jubilatorios en la Justicia.
¿Por qué huyen los capitales de la Argentina? Precisamente, porque en un país aislado del mundo y de la posibilidad del crédito internacional, existen dudas sobre la manera en que, en adelante, el Estado nacional hará frente al financiamiento de sus gastos.
En el imaginario de no pocos inversores, existe la creencia de que, así como el gobierno kirchnerista manoteó los fondos de las AFJP, en su momento, y utiliza recursos de la Anses y del Banco Central para financiar su déficit, más adelante podría recurrir a nuevas cajas, como los depósitos bancarios, o a estatizar el comercio exterior.
Si bien públicamente distintos funcionarios han minimizado el problema de la fuga de capitales, el tema preocupa al Poder Ejecutivo Nacional
Se suma a esos temores la percepción de muchos inversores de que hay cierto atraso cambiario que le resta competitividad a la economía argentina, lo cual está acelerando la compra de dólares en el mercado marginal y la fuga de capitales.
Algunos economistas, como el ex titular del Banco Central Rodolfo Rossi, sugieren que una salida para la fuga de capitales es elevar las tasas de interés, que hoy son negativas en términos de inflación real. Esta receta ortodoxa también podría aplicarse para morigerar la inflación, a través de una moderada restricción del consumo. Claro que esto podría poner fin a la fiesta del consumo en la que basa buena parte de su éxito el kirchnerismo.
Otros economistas, como el presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger, sostienen que la única solución es bajar drásticamente la inflación, reduciendo la creación de dinero. Para Sturzenegger, es cierto que hay atraso cambiario, pero si se decidiera que el dólar acompañe a la inflación, el público que tiene depositados sus ahorros en las entidades bancarias exigiría una tasa de interés equivalente como mínimo a la inflación.
Si bien públicamente distintos funcionarios han minimizado el problema de la fuga de capitales, el tema preocupa al Poder Ejecutivo Nacional. Por el momento, sin embargo, nadie atina a dar otra respuesta que no pase por la cronoterapia, esto es, la terapia de que el tiempo lo cura tododomingo, 21 de agosto de 2011
Lo que la oposición calla y el Gobierno esconde
Este, creo que es el problema de fondo del "modelo" K, tal como lo vengo escribiendo desde hace tiempo. Don Cacha, (artículo publicado en La Nación) dice lo mismo, pero con palabras más inteligentes que la mía.
Lo más triste, es que esta película ya la vimos en Argentina y así nos fue. Vivimos una burbuja del consumo y subsidio, que tarde o temprano pagaremos todos.
Suponiendo que el 23 de octubre haya un resultado similar al de las primarias, el Gobierno heredará una situación económica realmente complicada. Por supuesto que la amplia mayoría de la población no tiene por qué saber cómo se financia esta fiesta de consumo ni la relación que hay entre calidad institucional, crecimiento económico y mejora en el nivel de ingreso de la población. Estas son cosas que conocemos unos pocos por razones profesionales y, por lo tanto, no compramos el argumento de que la Argentina crece como nunca lo hizo en su historia.
Sabemos que el famoso "modelo" tiene inconsistencias y que sólo es cuestión de analizar cómo las financia el Gobierno. O, si se prefiere, cómo las sostiene y las consecuencias que pueden traer esas prácticas de artificialidad y distorsión en los precios relativos. Por eso es importante resaltar que, más allá de que la gente en un momento estuvo incentivada por el famoso voto cuota en el 1 a 1 y ahora en el "modelo", lo que hay que tener en cuenta es que el voto de la gente, por más mayoritario que sea, no puede cambiar las leyes económicas. Puesto en otros términos, la gente puede, con el voto, llevar a una determinada persona al poder, pero esa persona no puede modificar las leyes de la economía por DNU o cualquier otro instrumento.
Mucho hemos hablado los economistas de la santa soja como la gran financiadora del modelo, lo cual es cierto. A De la Rúa le tocó una soja de US$ 160 la tonelada y el kirchnerismo largó con una soja de US$ 230, con un promedio desde mayo de 2003 hasta julio de este año de US$ 328 la tonelada, con picos como los de ahora, de US$ 500 la tonelada. Es decir, el precio promedio de la soja durante la gestión kirchnerista duplicó al que le tocó a De la Rúa.
Al ex presidente radical le tocó un Brasil con un dólar en el orden de los 2,50 reales y a Kirchner le tocó un Brasil que partió de un dólar de 3 reales que fue bajando hasta los 1,60. Brasil y la soja han jugado y siguen jugando un papel fundamental en el incremento de la actividad económica argentina, lo que implica que esos dos datos no son fruto o virtud del modelo. No es que el modelo logró subir el precio de la soja en el mundo o que Brasil tuviera un dólar cada vez más barato. El punto es que ésos son datos exógenos al modelo que sin duda lo beneficiaron.
Buscando cajas
A pesar de esas dos grandes ventajas exógenas al modelo, mi visión es que el estímulo artificial del consumo ya no se financia con la soja o el dólar barato en Brasil. Puesto en otros términos, ni la santa soja ni el real fuerte alcanzan para financiar energía y transporte público "baratos", fútbol para todos y desmadre del gasto público.
Esto queda en evidencia por la cantidad de cajas a las que fue recurriendo el Gobierno en todos estos años. Cuando confiscó los ahorros de la gente en las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) fue porque necesitaba más caja porque la soja ya no alcanzaba.
Otro dato: basta ver la situación patrimonial del Banco Central para advertir que el Gobierno necesitó recurrir al stock de reservas para financiarse. En la primera semana de enero de 2010 el BCRA tenía en su activo letras intransferibles del Tesoro por $ 36.200 millones. En el balance del 7 de este mes figuran en el activo del Central $ 106.872 millones en letras intransferibles que son un pagadiós. Es que el BCRA multiplicó por 3 su tenencia de bonos basura deteriorando su patrimonio neto.
Los constantes manotazos a las cajas de la Anses, el BCRA y previamente a los ahorros de las AFJP muestran que el precio de la soja a US$ 500 ya no alcanza para financiar el modelo. Lo que necesitaría el Gobierno, para poder sostenerlo sin sobresaltos, es una soja subiendo de precio todo el tiempo y/o un aumento constante en la producción sojera.
También el Gobierno ha recurrido a un fenomenal impuesto inflacionario. Las tasas de emisión monetaria del 40% anual muestran a un BCRA descontrolado en su política monetaria. Si uno suma toda la base monetaria (pesos en circulación + encajes bancarios) y las Lebacs, Nobacs y pases que ha colocado el Central se encuentra con que por cada dólar de reserva tiene 6 pesos que respaldar, cuando en enero de 2010 la relación era 4,29. Para ponerlo en forma sencilla, si hoy se quisiera establecer una convertibilidad el tipo de cambio sería de $ 6 por dólar. Aclaro que no estoy diciendo que hay que devaluar ni que el tipo de cambio que yo deseo es de $ 6 por dólar, o que el dólar tiene que tener un precio de $ 6. Sólo digo que el Central tiene 6 pesos de pasivos por cada dólar de reserva con tendencia a un mayor deterioro.
Cristina Kirchner ha dicho que no piensa moverse un centímetro de lo que han hecho hasta ahora, esto significa que seguirán poniendo el carro delante del caballo, es decir, estimular el consumo sin la inversión y el correspondiente incremento de la productividad que le dé sustento al mayor consumo. Por otro lado, con la baja calidad institucional que impera en la Argentina, serán muy pocos los kamikazes que se animarán a hundir inversiones. Así que lo que tiene que pensar el economista es por quién irá el Gobierno para seguir financiando el aumento artificial del consumo.
Vamos a decirlo de otra manera. La política económica actual se asemeja a una familia que inesperadamente ve incrementados sus ingresos (por la soja). Con esos mayores ingresos comienza a consumir todo lo que gana sin ahorrar un centavo. Como se sobrepasa en el gasto, que supera sus ingresos incrementados, comienza a vender activos para seguir consumiendo más (reservas del BCRA, ahorros privados en las AFJP, etcétera). Por ejemplo, la familia puede vender su casa para hacer un viaje exótico. En el corto plazo todos están felices con el viaje exótico, pero no toman conciencia de que cuando vuelvan tendrán que buscar un lugar dónde ir a vivir. Cuando esa familia descubre que los ingresos, a pesar de haber aumentado, no le alcanzan para financiar su desaforado nivel de gasto, y ya no tiene más activos para vender y seguir consumiendo, cae en la triste realidad de que tendrá que limitar su nivel de consumo al ingreso que tiene.
Esto es lo que le tendría que hacer una familia y lo que le pasa a un país cuando se incentiva artificialmente el consumo. La familia tiene que bajar el consumo, en un país se llama ajuste y es lo que Cristina dijo que no va a hacer. Como la Presidenta no puede inventar la pólvora, sólo queda por ver por qué activos va a ir el Gobierno si renueva en octubre. Activos líquidos no hay salvo los depósitos en los bancos.
¿Será por eso que hay tanta fuga de capitales y el dólar sube? Y flujos líquidos no hay salvo que estaticen el comercio exterior con la posterior caída de la producción. Aquí no hay magia posible. Si la Presidenta continúa en el Gobierno, tendrá que optar por confiscar algún activo líquido o estatización de flujos para no hacer el ajuste que cualquier familia tendría que hacer, porque la santa soja ya no alcanza.
Esto es lo que no se ha animado a decir la oposición porque hubiese perdido votos (igual los perdió) y de lo que se aprovechó el Gobierno para seguir un tiempo más en la rueda de la felicidad. El problema de la oposición es que no se anima a advertirle a la gente lo que viene.
En definitiva, si la convertibilidad estalló porque no pudo seguir financiándose aquel nivel de gasto público, ¿por qué este modelo va a terminar en forma diferente si el origen del problema es el mismo? Un gasto artificialmente alto. En los 90 se financió con deuda; ahora, con soja más confiscaciones, más una presión impositiva salvaje.
Insisto, sólo se me ocurren dos sectores por los que puede ir el Gobierno. Uno, la estatización del comercio exterior y otro, los depósitos bancarios. Tendría una tercera alternativa, sincerar el Indec y las cuentas públicas para salir a colocar deuda en el exterior, si es que este convulsionado mundo se lo permite.miércoles, 17 de agosto de 2011
A partir de ahora
No quiero escuchar quejarse a las amas de casa por la inflación.
No quiero escuchar quejarse a la gente del campo.
No quiero escuchar a los jubilados diciendo que no les alcanza para vivir.
No quiero escuchar a nadie hablar de INSEGURIDAD Y DELINCUENCIA.
No quiero escuchar decir que es uno de los países más corruptos del mundo.
No quiero escuchar decir que no tenemos inversiones del exterior.
No quiero escuchar decir que la fuga de divisas en la era K rompe récords.
No quiero escuchar decir que están robando el ANSES para financiarse.
No quiero escuchar decir que la educación está muy mal.
No quiero escuchar que estamos entre los países más injustos del mundo por la brecha entre lo que ganan los más ricos y los más pobres.
No quiero escuchar decir que Moreno no cree en la reglas del mercado.
No quiero escuchar que no tenemos Defensa Nacional.
No quiero escuchar que nuestro país está con el narco tráfico.
No quiero escuchar que los aviones llegan desde el norte cargados con droga.
No quiero escuchar que las cifras que da el Indek son truchas.
No quiero escuchar más que Shocklender y Hebe se quedaron con la plata de “los sueños para los pobres”.
No quiero escuchar más que la familia Kirchner aumentó su patrimonio en forma por lo menos increíble.
No quiero escuchar decir que los negocios del gobierno son para algunos amigos.
No quiero escuchar mas sobre que el juez Zaffaroni tenía 6 bulos.
No quiero escuchar más que a tal juez le tocan siempre las causas de los acusados por corrupción.
No quiero escuchar decir que no pasó nada con Antonini Wilson y los dólares que intentaron entrar.
No quiero escuchar decir que Jaime debería estar preso porque se robó todo
No quiero escuchar decir que no controlan los piquetes y que cualquiera corta una calle
No quiero escuchar decir que está harto del programa 6,7,8
No quiero escuchar decir que los fondos que los K sacaron de Santa Cruz nunca volvieron y que nunca se supo que pasó con ellos.
No quiero escuchar decir que Moyano hace lo que quiere y es un patotero.
No quiero escuchar decir sobre la patota sindical.
No quiero escuchar decir que es una vergüenza que el gobierno gaste 1.200 millones de pesos para el Futbol para Todos, habiendo tantas necesidades sociales.
No quiero escuchar decir que la C.A.B.A. no puede crecer porque el gobierno no transfiere fondos.
No quiero escuchar decir que apagan el TV cada vez que Cristina habla.
No quiero escuchar decir que el gobierno está lleno de montos resentidos.
No quiero escuchar decir que Scioli es un felpudo que no tiene carácter.
No quiero escuchar decir que De Vido es un corrupto.
No quiero escuchar decir que Moreno maneja la economía.
No quiero escuchar decir que el Caso Skanska es una vergüenza nacional.
No quiero escuchar decir que De Elía es un mercenario del gobierno.
No quiero escuchar decir que la Seguridad no es una sensacion y que el gobierno no hace nada.
No quiero escuchar decir que es una vergüenza tener como aliados al payaso Chavez y al cocacolero de Evo.
No quiero escuchar decir que Garré es una montonera vengativa y que no entienden porque sigue en el gobierno.
No quiero escuchar decir que la política de DDHH es tuerta.
No quiero escuchar decir que la empresa Southem Winds estuvo pagando millones de pesos para no volar.
No quiero escuchar decir que Boudou es un traidor a sus pensamientos.
No quiero escuchar decir que el Congreso no existe.
No quiero escuchar decir que los chorros tienen más derechos que la gente común.
No quiero escuchar decir que el campo está en contra de este gobierno.
No quiero escuchar decir que las Villas siguen creciendo.
El 50% de la ciudadanía optó por este gobierno y estilo de vida. Desde mi punto de vista y como ya lo vi escrito en algún sitio, la honestidad, el trabajo y la institucionalidad están buscando trabajo en un burdel.
martes, 16 de agosto de 2011
Los votos de los convencidos y de los resignados
Transcribo esta carta de lector que me representa y a muchos otros que conozco. Hasta el momento no encontré a nadie que votara por K. ¿La misma situación que cuando ganó Menem?
Estas líneas que escribo espero sirvan como desahogo de la profunda tristeza que siento. No puedo explicar ese dolor en el pecho que a uno le llega cuando le dan una noticia que, si bien la espera, resulta mucho más angustiante y profunda de lo que se podía imaginar.
Realmente no tengo ánimos para continuar trabajando sin antes expresar todo lo que me cruza por la cabeza. Durante toda la semana pasada ya venía con este pesar sobre mis hombros, pero nunca fue tan difícil de cargar.
He conversado con mucha gente hasta antes del domingo, y cada vez me costaba más comprender lo que escuchaba. Excusas como "...no hay nadie mejor, así que la voto a Cristina..." o "...a mí me gusto lo que hizo así que la voy a votar..." o sino "...antes que a cualquier corrupto la prefiero a ella..." y el más repetido "...sí, roban, pero hacen...". Fue muy difícil para mí entablar una charla seria con estas personas y explicar cada hecho de corrupción, cada fraude y cada mentira dicha por este gobierno. Con algunos de ellos nos entendimos, pero otros tenían los oídos cerrados y el pensamiento nublado.
Sabía de antemano que Cristina se iba a llevar la mayoría de los votos, más allá de lo que se pueda decir sobre el ya conocido fraude y el clientelismo. Pero lo triste es que, como estas personas con las que conversé, hubo muchísima gente que cree fielmente el discurso de este gobierno, en todo lo que dicen y lo que niegan.
Debo reconocer que mi tristeza empeoró cuando por la noche, viendo las noticias, se mostraba a la mayoría de los "opositores" festejando como si no existiese tal diferencia con Cristina. Diciendo que debían trabajar más para hacer una mejor elección en octubre... Eso realmente me dio vergüenza.
Creo que a esta altura lo que siento se puede llamar indignación. No quedan palabras para describir mi estado de ánimo en la oficina, intentando seguir con mis tareas. Tal vez esta carta llegue a alguien que esté interesado en escuchar y proponer, y no en hablar y festejar.
Mis saludos de parte de un joven que quiere creer en la Argentina.
Alejandro Reyes
DNI 31.559.567
lunes, 15 de agosto de 2011
¡Cómo duele! (cuarta parte)
Estoy leyendo la página del Ministerio del Interior con los resultados de la elección de ayer. Sólo faltan escrutar el 2,40% de las mesas y la elección la puedo resumir en dos palabras: sorpresa y paliza.
Soy uno de los que no voté a nadie K y debo confesar que no esperaba este resultado. Mi impresión era que la Reina podía ubicarse entre el 30% y el 40%, mas tirando al primero que al segundo guarismo. Pero llegar al 50%, creo que ni el propio gobierno lo esperaba.
Respeto la decisión de casi la mitad del país, que le dió su apoyo a Cris. De eso se trata la democracia. Aunque no logro comprender la razón. Evidentemente, la imagen de la viuda de luto, compulgida, caló hondo en mucha gente. Pero eso solo no alcanza para ganar.
Algunos analistas políticos hacen incapie en la situación económica, que según ellos, la sociedad aprecia como estable y buena.
Evidentemente hay algo que no logro percibir porque, realmente creo, que no estamos bien y que hay una larga lista de problemas serios, de fondo, que repercutirán en forma negativa en un futuro inmediato. Tapar el sol con un colador, no es una forma elegante de gobernar. La mitad más uno del país, cree que sí. Espero que la mayoría tenga razón y el equivocado sea yo.
Que nos dejó esta elección
- Teniendo en cuenta el total de votos emitidos (positivos, en blanco y nulos) doña Cris obtuvo el 47,63% . Un número más que importante y muy superior al que obtuvo cuando ganó su presidencia.
- Lilita fue la gran derrotada: 671,327 votos (3,24%) apenas por arriba de Altamira (2,48%) Su discurso quedó en la historia.
- Los votos en blanco y nulos, alcanzaron los 1.034.882 (4,75%) ocupando el sexto puesto. Por encima de Lilita y Altamira.
- Alfonsín y Duhalde quedaron casi iguales, con una diferencia de 2.000 votos, muy lejos de sus propias expectativas y las de sus seguidores. ¿qué decisión tomarán?
- Binner, de la nada, alcanzó el 10,26%. Creo que ese es su techo, porque mucha gente que lo votó lo hizo para no darle apoyo a los dos anteriores.
- "Felpudo" Scioli sigue creyendo en Dios. Ganó y por gran diferencia. Sigo preguntándome como puede tener tanta imagen positiva, un personaje tan poco expresivo y falto de carácter.
- ¿Dónde fueron a parar los votos del campo, tan enojados con los K?
- Las grandes ciudades también le tendieron una mano a Cris, situación que no se había dado en la elección anterior.
- En Capital, el FPV obtuvo una cantidad de votos similar a la de Filmus. Sin embargo, fue primera minoría.
Veremos que sucede en octubre, aunque sinceramente creo que no habrá grandes cambios y que nuestra agraciada Reina obtendrá su reelección directa. Lo lamento por el país y nuestro futuro.
En fin, vox populi vox dei.
viernes, 12 de agosto de 2011
El engaño del populismo
ROSARIO
Tal vez Sarmiento sea el único prócer inagotable. De manera consciente o inconsciente, se lo resiste. Una ancha capa de nuestra sociedad no lo quiere. A esa capa no le resulta simpático, aunque muchos no saben por qué. La argentina es una sociedad, en términos generales, populista. Y el populismo -no es ninguna novedad- es una nivelación para abajo. El esfuerzo, la perseverancia, el trabajo, el estudio, son verbalizados, pero no protagonizados con placer. Esta no es una condición argentina exclusiva. Pero, como en todos los órdenes de la vida, en el análisis se deben contabilizar los pros y los contras.
La cantidad de valores o disvalores determina la calificación. Cuando en el seno de una sociedad como la nuestra la corriente del menor esfuerzo, del dejar pasar, del dejar hacer, corre impetuosa, uno debe anotarlo. Entre nosotros la multitud, desde hace demasiado tiempo, es exaltada y halagada indiscriminadamente. Importan los más, sin importar el para qué. La calidad ha sido puesta bajo sospecha.
De la boca para afuera, se dice: "Todos somos iguales". Por ejemplo, se ha llegado a sostener que "un alfarero indígena no es inferior a Miguel Angel". Quien lo dijo es un buen músico y cantor que, desde luego, no cobra los honorarios de un simple guitarrero. Estamos seguros, aunque no tengamos los datos, de que este juglar, en el desdichado percance de tener que operarse del corazón, elegiría a Favaloro si estuviera vivo y no a cualquier cirujano del registro. No tenemos datos fehacientes, pero sospechamos también que sabe que Maradona, antes, y Messi, ahora, no son lo mismo que cualquier jugador de fútbol común. No es que tenga la tabla de valores rota. Hace trampas.
El populismo y los populistas realizan en nuestros días un admirable trabajo de publicidad engañosa. Intentan convencer a la opinión pública de que el progreso, la justicia y el mañana son sinónimos de lo que defienden. La verdad rompe las puertas y las ventanas de la realidad. El pasado más rancio y reaccionario ha "amasado" siempre a la muchedumbre con el populismo. Entre nosotros, los señores manipuladores de las provincias, antes y ahora, usaron y usan a la multitud para su indebido provecho. La montonera en el siglo XIX y en la década del 70 del siglo XX fue la forma y el modo en que la legendaria oligarquía se perpetuaba. Esa ternura sensiblera hacia la barbarie del hormiguero humano es el pasaporte que le permite circular disfrazada.
Sarmiento y su generación sintieron horror por la barbarie. La habían padecido y practicado. No podían extirparla por el modo clásico: el cuchillo. La clave de Sarmiento es que desde mediados del siglo XIX supo que "la cosa" estaba en educar a todos. No -como querían casi todos sus contemporáneos- a una delgada capa de "los mejores" o de "los valiosos". El supo que vivir es convivir y que convivir es convivir con todos, no sólo con algunos. En el teatro, en la calle, en el estadio, en el comedor público se desenvuelve la vida, aparte de la intimidad del hogar.
Si la vida de la modernidad es la era de la multitud o, como la llamó Ortega y Gasset, la era del lleno, todos los que conforman esa multitud y llenan esos espacios públicos importan. La calidad, la altura y la hondura de la vida de los distintos países no están dadas principalmente por sus círculos académicos, sino por el flujo civilizado o caótico de sus calles y avenidas.
Sarmiento, como ninguno en su tiempo, advirtió que el futuro de la República tenía todo que ver con la etimología de la palabra. En latín, res pública quiere decir "cosa de todos". El salvaje ululante, el gaucho matrero, el criollo haragán, lo horrorizaban. No pensó en ellos como en instrumentos para usufructuar, sino como un inmenso desafío educador. Ellos y los hijos de todos los gringos inmigrantes, sin distinción alguna, fueron el padre, el hijo y el espíritu santo de su impulso oceánico escolar. En los bancos para todos se fue forjando la amalgama argentina. Cada uno -a través del abecedario- supo quién era. Dejó de ser súbdito, montonera o peonada manejable para empezar a pertenecerse a sí mismo y ser protagonista de su propia existencia.
No es un accidente circunstancial que antes y ahora el anti-Sarmiento hayan sido y sigan siendo Rosas y el rosismo. Las secuelas y las corrientes actuales de ese soterrado rencor se sublevan contra lo que consideran la "traición" de la generación del 80 y sus ideas. "Alpargatas sí, libros no" y "Haga patria, mate un estudiante" no fueron expresiones extrañas o ajenas. La peonada, domada, con nuevo patrón, seguía como montón. Hay un odio coherente en esa masa suburbana contra todo lo que pueda parecerse a Sarmiento. El ambiente que describió Esteban Echeverría en El matadero, en la década del 30 del siglo pasado, sigue latente en los punteros y en los arrabales del gran Buenos Aires de hoy.
Juan Domingo Perón no inventó el populismo argentino, pero lo acrecentó, lo institucionalizó; le dio pasaporte; lo legalizó. "Mañana es san Perón" no fue una chicana, una avivada, una ocurrencia. Fue la certificación, como ante escribano público, que regiría para siempre la ley del mínimo esfuerzo. No se trató nunca de un reparto equitativo, sino de la dádiva. No era la sociedad o el Estado, sino "Ellos", los que regalaban. La Fundación Eva Perón recaudaba indebidamente aportes forzosos con los que distribuía regalos personalizados. Un conocido industrial fabricante de caramelos se negó a esos manejos y su fábrica padeció el sabotaje y fue cerrada.
Han pasado décadas, pero el populismo de entonces sigue vivo. Hay otra fundación y otros protagonistas, pero el sistema conserva lozanía entre nosotros.
Hacen bien los enemigos acérrimos de Sarmiento cuando atacan su figura o su nombre. Cuando lanzan alquitrán a su estatua y gritan "Muera Sarmiento" y "Viva Rosas". Saben que Sarmiento está vivo y Rosas está muerto. Ese Sarmiento vivo no sólo sigue soñándonos, como en el verso de Jorge Luis Borges, sino empujándonos hacia arriba, como siempre. La única forma y el único modo de dejar de ser masa maleable para convertirnos en ciudadanía pensante. © La Nacionmartes, 9 de agosto de 2011
Él cree en Dios. ¿Ud. le cree?
Estaba de viaje y compré La Nación del domingo para entretenerme un rato. Tardé pocos minutos en llegar a la Solicitada de Scioli "Yo creo en Dios" que tanto dio que hablar.
Me pareció un acto sumamente desprolijo y tal vez, imprudente. Con toda la gente que compartí el almuerzo dominical, no encontré ninguno que aceptara esta propuesta. A todos les pareció mal. Claro está, que ninguno lo va a votar como tampoco lo harán por nuestra reina.
Analizamos entonces, porqué "felpudo" Scioli puede creer en Dios y tal vez, en alguna de estas respuestas encontremos la verdad:
- Cree en Dios, porque después de cuatro años de gobierno, haciendo la plancha, todavía tiene buena imagen positiva.
- Cree en Dios, porque siendo la alfombra y felpudo del kirchnerismo, todavía tiene buena imagen positiva.
- Cree en Dios, porque aceptó las candidaturas testimoniales, perdió las elecciones y todavía tiene buena imagen positiva.
- Cree en Dios, porque aceptó que le impusieran un "vice" que no es de su agrado y todavía tiene buena imagen positiva.
- Cree en Dios, porque a pesar de algunas declaraciones muy suaves y tenues, defendiendo al campo, permitió que lo sigan destruyendo y todavía tiene buena imagen positiva.
- Cree en Dios, porque le pusieron a Balestrini para que le manejara la gobernación y éste tuvo un ataque de ACV que lo dejó fuera de pista.
- Cree en Dios, porque Kirchner lo retó públicamente; había comenzado a basurearlo y se murió.
- Cree en Dios, porque a pesar de todo esto y muchas cosas más, todavía tiene buena imagen positiva y con posibilidades de ser reelegido.
Ud. en su lugar, ¿no estaría pensando que todo lo que está viviendo en un milagro? Entonces, ¡cómo no va a creer en Dios!!
viernes, 5 de agosto de 2011
El uso del lenguaje
Como dijo mi amigo el gallego, "te lo digo en dos palabras: ¡Im pecable!"
miércoles, 3 de agosto de 2011
lunes, 1 de agosto de 2011
¡Cómo duele! (tercera parte)
El triunfo era descartado. Había que saber cual iba a ser la diferencia y que el kirchnerismo no alcanzara su objetivo del 40%.
El margen fue muy amplio, mucho mayor al balotaje del 2007.
Nuestra reina, que entregó a Filmus a los leones, llamó a Macri para felicitarlo (no lo hizo con el gobernador electo de Santa Fe, sino a través de Randazzo). Un gesto doblemente importante, porque reconoció la derrota y habló con su principal adversario. Sin embargo, el ministro del Interior afirmó que la culpa de la derrota K, se debió "a los medios"
Una vez más el doble discurso de este gobierno.
Lo importante ahora, es que don Mauricio no crea que el 64,25% de los electores que lo votaron, lo hicieron porque es un gran administrador. Creo que de ello, dependerá su futuro.
Ahora sigue Córdoba...