miércoles, 27 de abril de 2011
A Feinmann no le gusta la bandera argentina
Recuerdo que siendo muy pequeño y apenas comenzaba a leer, en mi casa había una enciclopedia que, entre otras cosas, tenía un mapa de nuestra Argentina con los nombres de las provincias. Una de ellas, figuraba como Eva Perón (La Pampa actual) Recuerdo también, haberle preguntado a mi madre porque esa provincia tenía el nombre de una persona (claro que en ese entonces no tenía idea de quién era Eva y menos Juan Domingo).
Otras épocas.
Esta anécdota vino a mi memoria cuando leí este artículo del inefable José Pablo Feinmann, el intelectual K y uno de los que tienen peso (supuestamente) dentro del gobierno en materia filosófica, en el Boletín Oficial del kirchenirsmo: Página 12.
Ud. puede afirmar que soy masoquista o al menos, de esa tendencia. También se me puede acusar de querer suicidarme intelectualmente, claro que, si es un poco piadoso me dirá que no pierda el tiempo en leer estas cosas. Tal vez tengan razón. Pero en mi caso, conocer a mis adversarios, es importante, aunque ello acelere el crecimiento de mi úlcera, porque es una manera de poder entender alguna línea de pensamiento y saber hacia adonde quieren llegar. Feinmann es un buen ejemplo.
Más allá que quiera cambiar nuestra bandera porque no le gusta, tal vez como hicieron los Montoneros y el ERP, por citar dos grupos terroristas que hicieron desastres defendiendo "su" bandera y no la de todos los argentinos, me resulta tragicómico -más cómico que trágico- el hilo y desarrollo del artículo que justifica llegar a su conclusión final.
Por supuesto que viniendo de la progresía vernácula, se cuida mucho de no mencionar aquellos hechos históricos que nos hicieron grandes y de los muchos héroes que murieron defendiendo la celeste y blando de Belgrano. En definitiva, una bandera, si queremos describirla más crudamente, es un pedazo de tela. Lo importante, creo, es lo que simboliza y representa.
¿Eso es lo que queremos para nuestro futuro? ¿El pañuelo de las Madres en nuestra banera?
Creo que el arco político opositor, debiera publicitar a Feinmann y este trabajo. Y si fueran inteligentes, enviarle una esquela agradeciendo su contribución a la causa.
Tal vez, esté equivocado, pero ¿cuánto faltará para ponerle el nombre de Nestor Kirchner a la provincia de Santa Cruz?
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1 comentario:
Este filósofo, autotitulado filósofo, porque basta leer algunos de sus escritos para que uno se de cuenta de que no tiene profundidad, no es ni filósofo ni intelectual, es un chanta, un okupa dentro de la literatura, es peronista porque su ego desbordado le indica que abrace esa condición demágógica para ser popular...después ¡Plink, caja!
Saludos.
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