Se cumplieron tres años del corte del puente fronterizo en Gualeguaychú. Recordemos que el objetivo inicial era impedir la construcción de Botnia que ya lleva funcionando más de un año. Ridículo ¿no?
Este corte que generó problemas sociales y económicos en el lugar se mantiene, vaya uno a saber, porque quizá hay algunos que les gusta figurar en las revistas y salir en los diarios. Lo que no se entiende es ¿para qué seguir?
La miopía y ceguera de esta gente es similiar a la de nuestro gobierno. La diferencia es que unos deciden impedir la libre circulación de un paso froterizo y los otros, deciden sobre el futuro de millones de personas. Unos lo hacen fuera de la ley y los otros fueron elegidos. Los dos hacen daño.
Gualeguaychú es el símbolo del fracaso del modelo de país K. Seguimos escupiendo para arriba mientras que Botnia continúa produciendo y si escucha bien, tal vez oiga como se rie a carcajadas.
Este corte que generó problemas sociales y económicos en el lugar se mantiene, vaya uno a saber, porque quizá hay algunos que les gusta figurar en las revistas y salir en los diarios. Lo que no se entiende es ¿para qué seguir?
La miopía y ceguera de esta gente es similiar a la de nuestro gobierno. La diferencia es que unos deciden impedir la libre circulación de un paso froterizo y los otros, deciden sobre el futuro de millones de personas. Unos lo hacen fuera de la ley y los otros fueron elegidos. Los dos hacen daño.
Gualeguaychú es el símbolo del fracaso del modelo de país K. Seguimos escupiendo para arriba mientras que Botnia continúa produciendo y si escucha bien, tal vez oiga como se rie a carcajadas.
Pobre país. El nuestro.
1 comentario:
Un piquete que tiene más agujeros que un queso y que, como la osteoporosis, en cualquier momento se quiebra en mil pedazos. Ya es insostenible, entonces se pasa cuando quieres, solo hay que negociar con la señora que generalmente dejan de noche a cuidarlo, "que garrón, pobre tipa". Pasaron los barras bravas del fútbol porque les dijeron que pondrían una bandera de NO A LAS PAPELERAS en el estadio, pero resulta que se olvidaron; pasaron los hinchas argentinos que vinieron al partido por eliminatorias y por temores a incidentes los piqueteros los dejaron pasar, en las elecciones de octubre de primera vuelta pasó un auto pues como llovía dejaron la barrera alta para no tener que ir a subirla y evitar mojarse.
¿Para qué carajo tener que ir a levantar la barrera si por ahí no pasa nadie?
Seguramente aprendieron de la brutal muerte del motociclista contra el acoplado del ex-piquetero de Arroyo Verde, "diente de leche" Alfredo de Angelis y que sinceramente me gustaría saber cuál fue el fallo de la justicia pues averiguo y averiguo y nadie sabe nada sobre el tema.
En la última elección de noviembre, una familia completa: 16 personas, superando las agresiones de estos bastardos, lograron el objetivo de pasarse por las pelotas vuestro corte y poder venir a sufragar a Uruguay; el Dr. Salvador Rosetti, hoy lamentablemente fallecido, logró cruzar por orden judicial el corte ilegal, inconstitucional, inmoral, irracional y asesino!!!
Y sumemos todos aquellos que van y vienen por el corte de Arroyo Verde, los propios piqueteros que vienen a manifestar en territorio uruguayo, el grupete de los chicos de la Asamblea Popular en Uruguay: "Delia Villalba, Julia Cócaro, Pablo Antoria, Gonzalo Abella", que cruzan a apoyar las manifestaciones piqueteras y que alientan y cobijan a estos grupos cuando vienen a nuestro territorio; muchos otros anónimos que diariamente usufructúan de este disparate, traficando comestibles, combustibles, remiseros arreglados con los que están de turno, etc...
Y la frutillita del helado: cómo olvidarnos de las prostitutas que cruzan hacia Botnia, como denunciara Sor Marta Pelloni, una cruzada que ya había advertido en Fray Bentos la Prof. Delia Villalba: "cruzan chicas hacia la fábrica de Botnia, en pequeños botes, donde las ofertan sexualmente a los obreros de esa fábrica". Patético, un culebrón que de tomarlo en serio da vergüenza ajena, y así podría seguir con mil ejemplos más.
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