lunes, 17 de agosto de 2009

Cazaron al Tigre


Ayer se inició una nueva página en la historia del golf, perdió Tiger Woods. Las estadísticas iniciales, sobre las cuales los norteamericanos son tan amantes, eran contundentes: siempre que el N°1 del mundo lideró los primeros 36 hoyos en los Majors, había ganado, 14 sobre 14. Para colmo, nunca un jugador de origen asiático había triunfado en un torneo de los denominados "grande".

Salieron a jugar. Tiger con dos golpes de ventaja sobre su supuesto "partenaire". Para muchos iba a ser un paseo y todos esperaban el derrumbe de su contricante. Pero la TV mostró otra cosa.

Soy jugador de golf, deporte que practico desde muy chico, y siempre admiré a los grandes deportistas porque no es un juego fácil. Tiger, marcó un nuevo rumbo en el golf, porque es una generación de atletas y profesionales que tomaron un palo de golf. La diferencia entre ellos y los "viejos" jugadores es muy evidente desde el punto de vista físico.

Sin embargo, esta vez, el Tigre cayó en su propio juego. Gran mérito del coreano Yang, que supo resistir la presencia del mejor jugador del mundo; la presión del público en su contra (miles de fánaticos) y su juego más corto aunque más preciso. Cuando en el hoyo 14 embocó de afuera para quedar arriba por un golpe, asumimos que aparecería el Tiger que todos conocemos, pero no. Su juego en el green falló y perdió.

Ahora sabemos que Woods es humano y que las estadísticas son simplemente números, pero que no sirven para ganar un torneo.

Muy bien por Yang. Muy bueno para este deporte.

No hay comentarios: