jueves, 30 de julio de 2009

Soldado que huye sirve para otra guerra


Frase célebre si las hay y utilizada en todos los ámbitos, en menor medida tal vez, en el militar. Según la información que existe, el gobierno está viviendo el "sálvese quién pueda" -por cierto, otra frase célebre- luego de la derrota electoral no asumida.

La pérdida de poder de K, que hoy integra la lista de desaparecidos, es tan grande que ya nadie le tiene miedo. Sus ex socios y amigos políticos y congresistas, lo abandonan; otros lo denuncian y los más amigos, se guardan al silencio. Hace apenas unos meses atrás ¿Ud. podía imaginarse que le llovieran denuncias por el negociado de los terrenos en Calafate? ¿O por el patrimonio?

Los llamados al diálogo son una cortina de humo para ganar tiempo. ¿Tiempo para qué? se preguntará. Creo que solamente para tratar de poder acomodar las cartas y barajar de nuevo. Lo que hizo la reina hasta ahora, es lo mismo que hace con su cara todas las mañanas, poner toneladas de maquillaje en su gabinete y gestión, para que nada cambie. ¿Ud. cree sinceramente que estas reuniones para la foto, sirven para algo?

K había dicho al poco tiempo de asumir que no evaluemos lo que dice, sino lo que hace. Fíjese el caso del Indec, por ejemplo. Lo que anunciaron y lo que realmente pasa. No se trata de evaluar el sistema de medición o procedimientos, porque ellos funcionaba muy bien antes del Morenazo. La convocatoria de expertos para que éstos presenten el informe dentro de un año, es otra pérdida de tiempo. Otra cortina de humo.

Y en verdad, es eso lo que realmente sucede: tanto humo, no les permite ver la realidad.


Sin embargo, debo reconocer que aún tienen algo de reflejos, porque el anuncio de la revisión de los superpoderes fue tratar de quitarle un logro a la oposición en el Congreso, porque sabían que perdían. Si la iniciativa es propia, entonces la victoria también lo es.

A pesar de ello, creo que todavía piensan que somos estúpidos y que los que votaron el 28 fueron seres de otro planeta. La situación económica es grave y preocupante. Mucho más de lo que se dice públicamente. Más gente en la calle, caída del consumo y lo que es peor, mucha incertidumbre y descreimiento. Mientras que en mundo real, hay síntomas de que la crisis llegó a su piso y se está recuperando -como un boxeador al cual dejaron groggy en la lona- aquí vemos al flamante ministro de economía esquiando junto con una amiga, como si viviera junto con Robinson Crusoe. ¡Qué imagen, mama mía!

No puedo perder las esperanzas de que esto se solucione pronto. No soy muy optimista, porque no solo no tenemos gobierno, sino que tampoco tenemos oposición. No veo a nadie con la calidad ni capacidad de ponerse al hombro nada, ni siguiera una simple mochila de credibilidad y seriedad.

Y eso, mi querido lector, es lo que más me asusta.

1 comentario:

Natalia, la capricorniana alegre dijo...

¿Lo hace usted a propósito, Pablo? ¿Me quiere asustar aún más?

Voy a hacer como en la película "Criaturas celestiales": me invento un mundo nuevo y me voy ahí. Un mundo en el que no exista la letra K. (y de paso la gente escribe bien los sms)