martes, 25 de mayo de 2010

Apuntes de la fiesta del Bicentenario

El bello edificio del Centro Naval embanderado (que pocas banderas vi en los edificios de la ciudad)


Bandera Argentina paseando por Florida


Frente al renovado Teatro Colón


Marea humana sobre calle Lima


Haciendo fila para comprar empanadas


Avenida Corrientes hacia el obelisco


Avenida 9 de Julio mirando hacia el sur


Paseo del Bicentenario

Intenté en tres oportunidades recorrer el Sendero del Bicentenario y debo decir que fracasé en todos los intentos. Quizá no haya ido en los horarios adecuados, pero la cantidad de gente que encontré en mi camino hizo que izara mi bandera blanca y me dedicara a ver todo por TV.

Me pareció que todo estuvo muy bien organizado y pensado aunque seguramente no previeron la muchedumbre de personas que invadieron el lugar. Vivo a pocas cuadras de la 9 de julio y debo decir que nunca vi tamaño movimiento.

Autos estacionados en ambas aceras de las angostas calles. Miles. Mareas de familias caminando por las avenidas, yendo y viniendo, sin solución de continuidad. Lo único parecido que me había tocado vivir, fue cuando Argentina salió campeón en el año 1978. Pero esa vez fue mucho más desordenado y con mayor fervor.

Vi gente haciendo cola para comer, en bodegones que los fines de semana, normalmente estaban cerrados o con los dos o tres clientes habituales. El restaurante al que suelo ir, atestado y sobrepasado. El mozo que nos suele atender estaba impresionado: en sus muchos años de trabajar allí, nunca le había tocado vivir una situación similar. Todo agotado. Hasta el dueño tuvo que salir en pleno movimiento a buscar pan, porque se les había terminado.

Los vendedores callejeros de parabienes. Los estacionamientos enloquecidos. La facturación de estos días puso muy contento a todos aquellos que tienen un comercio en la zona.

El tránsito un caos y aquí si falló la información. La policía debería haber notificado de los cortes y lugares habilitados para circular.

Una nota para destacar es el comportamiento de la gente. Ambiente de fiesta y algarabía, pero con mucha tranquilidad. No vi desmanes ni cosas raras. Un Bicentenario para recordar seguramente. Por cuatro días nos olvidamos de todos los problemas.

Mañana volveremos a la realidad.

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