sábado, 23 de mayo de 2009

Derechos humanos tuertos


1. Los derechos humanos son universales, indivisibles, es decir, iguales para todos. No hay un derecho a la vida a medias para el enemigo.
2. Los derechos humanos de primera generación, como el derecho a la vida, a la integridad física, son operativos, autoejecutables, sin necesidad de ninguna reglamentación.
3. Los tribunales internacionales tienen dicho que los crímenes de lesa humanidad, pueden ser cometidos tanto por agentes estatales como por organizaciones terroristas, lo que también prescribe el Estatuto de Roma.
4. En Argentina se ha difundido un sofisma para exculpar los crímenes de la guerrilla, cuya falsa premisa es colocar el componente estatal por encima del valor de la vida.
5. Si bien el componente estatal no es necesario, en Argentina medió responsabilidad estatal de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, que liberaron y luego amnistiaron a los guerrilleros sin desarmarlos y suprimieron los tribunales y las leyes que habían permitido combatir el terrorismo en el marco de la ley. También del Estado cubano que propagó e incentivó la guerrilla en toda Latinoamérica.
6. Tanto al terrorismo nacional como el internacional se encuadra en la categoría de crimen de lesa humanidad.
7. No pueden considerarse “delitos comunes” ya prescriptos asesinatos como el de mi padre, Humberto y María Cristina Viola, José Ignacio Rucci, Carlos Sacheri , Bruno Genta, Ibarzábal, Fernández Cutiellos y tantos otros que hirieron a la humanidad por su alevosía y sadismo. La “memoria” silencia que fueron cometidos por quienes irresponsablemente son calificados de “jóvenes idealistas inocentes”
8. La Corte Suprema de la Nación, al fallar en la causa “Derecho”, admitió que las organizaciones terroristas pueden cometer crímenes de esa índole.
9.- Las víctimas de la guerrilla han sido discriminadas por la “memoria” y ello viola la Convención Americana de Derechos Humanos que garantiza la igualdad y el derecho a ser oído mediante un recurso judicial efectivo.
10.-La estrategia del gobierno es elaborar la memoria para acallar la historia. Apoderarse de la memoria y del olvido es una de las máximas preocupaciones de los gobiernos autoritarios y en ese fin el gobierno ha llegado hasta a modificar el prólogo del “Nunca Más” borrando la parte que denunciaba al terrorismo de izquierda.
11. Debe también preguntarse qué necesitamos para que realmente exista un “Nunca Más”. ¿Memoria o historia?
12.- La memoria es afectiva, emotiva, vulnerable a toda manipulación; sólo acepta lo que le conviene. La historia, es una operación laica, que exige un análisis y un discurso críticos. Hoy los defensores de la memoria se creen dueños de la verdad histórica, sacralizan lo propio y demonizan lo ajeno. Es hora de poner un elemento de sinceridad en un tema oscurecido por tanta mentira e hipocresía.
Autor: Arturo Larrabure (imagen)

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