domingo, 6 de marzo de 2011

Un taxista, filósofo encuestador


La ciudad de Buenos Aires como toda ciudad grande del mundo, tiene sus problemas pero también sus encantos y secretos.

Como ya escribí en otros post, los "tacheros" -para aquellos que no están familiarizados con esta palabra, son los conductores de taxis- marcan claramente el pensamiento mayoritario de la sociedad que los rodea.

Está claro, que no todos los estratos sociales se suben a un taxi. Sin embargo ellos conocen la calle y a su gente. Las horas que pasan detrás del volante y los kilómetros que diariamente realizan por todo el territorio de la ex capital y sus alrededores, les permiten ir asimilando el pulso de la gente. De aquellos que suben a su vehículo como los que, de algún modo, tienen contacto con él. Que son muchos.

Utilizo este medio de transporte en forma habitual sobre todo cuando salgo a la noche, porque puedo comer y beber sin preocuparme de los controles, pero también, me olvido del tránsito, cochera, de los loquitos al volante y me mantengo distendido desde que salgo de mi casa hasta que regreso. Durante el día, también los utilizo cuando el subte no me sirve.

Esos minutos con mi desconocido chofer, los aprovecho en su totalidad. Las conversaciones casi siempre se inician con el estado del tiempo y el pronóstico futuro. No falla nunca. Luego, con la noticia del día y finalmente, el gobierno.

En general los dejo hablar porque tienen esa filosofía tan particular, cuyo diploma virtual, les es entregado por la "lleca" por el simple hecho de no faltar nunca a sus esquinas y calles, durante años de cursar y dar el presente.

Estos profesionales del volante son el termómetro de nuestra sociedad. Es muy extraño que se equivoquen. También miden el pulso. Saben cuando las pulsaciones están altas y cuando la cosa está mal. Muy rara vez le dirán que algo está bien, pero lo reconocen.

No se preocupe, estimado lector, no le estoy vendiendo nada. Simplemente reconociendo un personaje infaltable de nuestra vida porteña.

Le dejo una pregunta final. ¿Porqué será que ninguno de los taxistas que me tocó en sorteo nunca me habló bien de los K y menos de nuestra reina Cristina? Tengamos en cuenta que el secretario general de su gremio es mano derecha del mandamás de la CGT, el "Padrino" Moyano.

Esta es la verdadera encuesta y la que hay que seguir con atención. Se la recomiendo.

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