viernes, 2 de enero de 2009

Muñecos

Pasé fin de año en la ciudad de La Plata. Este lugar mantiene una tradición histórica que consiste en construir muñecos, rellenarlos de fuegos artificiales, petardos y en algunos casos de aerosoles para prenderlos fuego en las primeras horas del Año Nuevo. Un acontecimiento barrial y de la ciudad toda. A tal punto, que se instauró un concurso de muñecos con premios en efectivo.
Semanas previas al 31, diferentes grupos comienzan a juntar papel de diario, maderas y alambre para la construcción. En algunos casos, en determinadas calles, los chicos y no tan chicos cobran peaje a los autos que pasan para contribuir a hacer caja porque los costos que tienen son elevados. Esto es voluntario.
Debo reconocer que hay trabajos excelentes que merecerían ir a un museo, en lugar de terminar chamuscados.

La polémica de este año a nivel familiar -que también reflejaron los medios- fue la escenografía de la "Ultima cena" en donde muchos se oponían a la quema de la imagen de Jesús. En la última cena familiar, fue motivo de una acalorada discusión que, como siempre sucede en estos casos, no hubo vencedores ni vencidos.

Volviendo a la quema, me llamó la atención que en muchos casos, estos muñecos se construyeron sobre el propio asfalto de la calle, en una bocacalle con cables alrededor y casas cercanas. Tengo entendido que más de un vecino se quedó sin teléfono y los bomberos anduvieron de una punta a otra de la ciudad.
Los invito el año próximo a hacer turismo por La Plata, unos días antes de fin de año. No se van a arrepentir. Eso si, tengan paciencia con el tránsito, porque los platenses se caracterizan por hacer, de las infracciones de manejo, un deporte.

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